AUTOR: Lic. Luis Ángel Gazzotti, Dp en Agronegocios, Titular de GAZZOTTIAGRO, Administración de establecimientos agrícolas/ganaderos. Junín, Bs As. Cel: 236-4327272.
Estamos en un escenario en donde, el precio de la soja no se mueve, o se mueve muy poco, no va a haber devaluación, un dólar bastante estable, alguien alguna vez muy instruido como el Sr Salvador Distefano me dijo que la soja es “peronista”, con otros gobiernos estos cultivos tienen mucha más variación de precio, en tal sentido que hasta le perdemos el rastro de si, estamos logrando una rentabilidad con tantos movimientos.
Como productores tenemos que protegernos antes posibles variaciones y no especular más con la cotización de la soja disponible.
Para esto podemos hacer desde lo más simple como realizar plazos fijos, compra de dólar MEP, contrato de foward y canje, hasta un poco más complejo, contratos de futuro y mercado de derivados, hoy vamos a hablar de estos últimos, que en definitiva son los tal vez más complicados de entender y de aplicar a nivel agropecuario, todavía no se logra llegar a los empresarios y productores agrícolas, tal vez por falta de información y/o capacitación.
Un contrato futuro es un acuerdo legal entre dos partes para comprar o vender un activo específico en una fecha futura a un precio previamente acordado. Estos contratos son comúnmente utilizados en mercados financieros para la especulación o para la cobertura de riesgos.
Características principales:
Activos subyacentes: Pueden incluir materias primas (como petróleo, oro, trigo, maíz, soja), divisas, índices bursátiles, etc.
Fecha de vencimiento: Se establece una fecha específica en la que se llevará a cabo la transacción.
Precio fijado: El precio se acuerda en el momento de la firma del contrato, lo que permite a las partes planificar sus finanzas.
Estandarización: Los contratos futuros son estandarizados y se negocian en mercados organizados, como las bolsas de futuros.
Liquidación: Pueden liquidarse de dos maneras: mediante la entrega física del activo subyacente o mediante un pago en efectivo.
Usos:
Cobertura: Empresas utilizan contratos futuros para protegerse contra fluctuaciones de precios en los activos que compran o venden.
Especulación: Inversores compran o venden contratos futuros para beneficiarse de movimientos en el precio del activo subyacente.
Ejemplo práctico:
Imaginá que un productor de maíz cree que el precio de este podría caer en el futuro, lo que podría reducir sus ingresos. Para protegerse contra este riesgo, puede vender un contrato de futuros en el que se compromete a vender su cultivo a un precio determinado en tres meses. Si el precio del maíz cae, el productor puede obtener una ganancia en el contrato de futuros que compensa la pérdida en el valor real del maíz.
El mercado de derivados es un sector financiero donde se negocian instrumentos cuyo valor se deriva de activos subyacentes, como acciones, bonos, divisas, materias primas, o índices.
Este mercado se divide en dos categorías principales: el mercado de derivados organizado (o de intercambio) y el mercado extrabursátil (OTC, por sus siglas en inglés).
El mercado de derivados es crucial para la gestión del riesgo financiero y la formación de precios, pero también requiere un entendimiento sólido debido a su complejidad y riesgos asociados.