Preocupación en el Gobierno. Tradicionalmente, junio es parte de la temporada alta de liquidación agrícola, pero por distintas razones se trata de retener las ventas lo máximo posible.
POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Cuando se compara la venta de granos de junio con el mismo mes del año pasado, se nota un gran incremento de 40%. Pero claro, es una comparación que resulta distorsionada por el hecho de que en 2023 se registró la peor sequía del siglo.
En cambio, cuando la comparación se hace tomando en cuenta el 2022, entonces las cosas se ponen en su justo término: las exportaciones de este año están un 13% por debajo. Y las cosas son peores cuando se analiza el rubro de manufacturas de origen agropecuario: hay una caída de 27% con respecto al año 2022.
En parte, este ritmo de exportación agrícola es consecuencia de reveses climáticos que obligaron a recortar las proyecciones originales y que trajeron problemas logísticos. Hubo, además, bajas de los precios en el mercado internacional de commodities -en la comparación interanual, se registró una merma de 13,9%, según detalla el Indec-.
Pero, sobre todo, se está registrando un alto nivel de stock por parte de los productores, que están disgustados con la política cambiaria. Se estima que en este momento, sólo por el stock de soja, está guardado el equivalente a u$s 14.000 millones.
Cuando el ministro “Toto” Caputo les propuso a los productores acelerar la liquidación de granos vía el achicamiento de la brecha, se esperaba la aceleración de las ventas, sin embargo esto no ocurrió. La señal del Gobierno hacia los productores era clara: empieza a ser mal negocio retener la soja en las silobolsas, porque con el correr de los días se obtendrá un precio más bajo. Ergo, conviene liquidar ahora.
O sea, ni más ni menos que lo mismo que hacía el exministro de Economía Sergio Massa, cuando imponía regímenes de incentivo exportador como los distintos Dólar Soja.
Sin embargo, el aluvión de sojadólares brilló por su ausencia, dando lugar a versiones de todo tipo en el mercado. En definitiva, en lo que va de julio, las liquidaciones suman u$s 1.645 millones, una cifra que no es mala para esta época, pero que por ahora no permite pensar en que las exportaciones totales dejen más divisas en la caja del Banco Central.
En este sentido, y quién mejor lo explicó fue Salvador Di Stefano, en un posteo en la red social “X”, “El campo está complicado en 3 lugares:
1), Altísimos impuestos lo que hace imposible producir con estos Derechos de Exportación (Retenciones).
2), Súper producción mundial de granos que hace bajar los precios en Chicago.
3), Un tipo de cambio que crece menos que los costos internos.
De todas formas, NO a una devaluación, pero Si a una baja de impuestos”, explicó el conocido asesor económico.
El Consejo de Mayo
El nuevo decreto 617 acaba de crear el Consejo de Mayo “como un órgano colegiado consultivo de debate y elaboración de proyectos de leyes y demás actos administrativos necesarios para la implementación de los lineamientos acordados en el Pacto de Mayo”.
El mismo, estará integrado por un presidente y seis consejeros designados que son un consejero en representación del Poder Ejecutivo, un consejero a propuesta de las provincias firmantes del “Pacto de Mayo” y de la ciudad de Buenos Aires, un consejero a propuesta del Senado, un consejero a propuesta de la Cámara de Diputados, un consejero a propuesta de las organizaciones sindicales de tercer grado, un consejero a propuesta de las entidades gremiales empresarias de tercer orden. Además, el presidente del Consejo será el titular de la Jefatura de Gabinete. Es decir, habrá un representante del sector privado, aunque se desconoce de qué actividad provendrá.
A partir de esta oficialización, las entidades de la Mesa de Enlace compuesta por la Rural, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y Coninagro se van a reunir la próxima semana para discutir su postura. Todas ellas enfatizan la importancia de estar en la mesa de trabajo.
En Coninagro esperan que el representante del sector privado sea alguien que refleje el peso del sector productivo y agroindustrial en la economía nacional. Mientras que en la Federación Agraria mencionaron que también buscarán ser parte de esta decisión y esperan resolverlo en una próxima reunión en La Rural, donde se encontrarán los presidentes de la Mesa de Enlace.
Así, también en CRA especificaron que es “crucial” discutir este tema dentro de la mesa de trabajo de la entidad y, de esta forma, elevarlo a la agenda de la Mesa de Enlace para definir una estrategia unificada.
Según se dice, la silla del sector privado podría ser rotativa entre las entidades que conforman el Grupo de los 6. De ser así, primero podría ocupar el lugar la Unión Industrial Argentina (UIA) o, en su defecto, la Cámara de Comercio y Servicio. Actualmente, el G6 está integrado por la Asociación de Bancos Argentinos, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Cámara Argentina de la Construcción, la Sociedad Rural Argentina y la UIA.
