En medio de la tensión mundial por la guerra en Ucrania desatada por la invasión de Rusia, un experto del agro alertó sobre los riesgos de intervenciones en las exportaciones agrícolas por parte de los gobiernos.
La advertencia la hizo Agustín Tejeda, economista en jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, durante una charla organizada ayer por la entidad en Expoagro. Rusia y Ucrania representan casi el 30% de las exportaciones globales de trigo, el 20% en el caso del maíz y un 80% en el aceite de girasol. Por ello, lo que pasa en esos países ha repercutido con fuertes subas en los precios. En el caso del trigo, cuyo valor internacional ganó 173% desde los valores mínimos en la pandemia, acumuló de eso un 66% desde mediados de febrero pasado.
“Hay que estar muy atentos a las variables de restricciones a las exportaciones no solo en la Argentina, sino a nivel internacional”, dijo Tejeda.
El experto recordó que límites a las exportaciones aplicadas en otros momentos de picos de precios, como en 2008 y 2012, generaron un “efecto dominó” negativo. Es decir, terminaron afectando las posibilidades de una mayor producción.
Tras la charla de Tejeda, en un comunicado la Bolsa de Cereales porteña destacó la necesidad de “señales claras” para los productores e indicó: “En un contexto complejo como el que estamos atravesando a nivel local e internacional, serán determinantes políticas que envíen señales claras a los productores de cara al nuevo ciclo productivo, y a nuestros principales socios comerciales”. Subrayó la necesidad de continuar trabajando en el desarrollo de una “política integral de gestión del riesgo agropecuario”.
“Generalmente, en estos contextos vemos mucha volatilidad y cuando se afecta a productos tan sensibles, como el trigo, comienzan a proliferar medidas de restricción a la exportación”, apuntó el especialista.
Ante el temor a nuevos cierres de exportaciones para los productos del agro o suba de retenciones, la semana pasada el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, negó la imposición de esas medidas.
Este año, la Argentina enfrentó una campaña marcada por la sequía que hizo perder producción. En soja, las estimaciones de cosecha se acortaron de 44 a 42 millones de toneladas. En tanto, en maíz disminuyeron de 57 a 51 millones de toneladas.
Los números
Pese a la sequía, por el efecto de los precios internacionales, que se tonificaron, las exportaciones del agro sumarán para el ciclo 2021/2022 unos US$ 2800 millones extra versus el año pasado, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según Tejeda, el ciclo agrícola anterior tuvo exportaciones por US$ 37.715 millones. Para esta campaña, 2021/22, en un primer momento se estimaron US$ 38.128 millones. Sin embargo, luego, sequía mediante, la previsión se redujo a US$ 35.577 millones.
No obstante, por la mejora de las cotizaciones internacionales se produjo un “efecto precio” positivo de US$6821 millones. En concreto, ahora se espera que el valor de las exportaciones del sector se ubique en US$40.547 millones.
Esta cifra significa US$2600 millones extra desde el 15 de febrero pasado o US$ 2800 millones adiciones versus la campaña pasada. La Argentina ya tiene comprometidas el 35% de sus exportaciones.
Además de traer dólares, el sector aporta en impuestos al Estado. El año pasado lo hizo con US$15.004 millones. Para 2022 contribuiría con tributos por US$16.053 millones.
Mientras se suceden los acontecimientos a nivel global y acá los productores se preparan para la cosecha 2022/23, ya hay previsiones, al menos en lo climático, de lo que pueda pasar con el nuevo ciclo. Al respecto, en otra charla Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, proyectó “que el escenario climático apunta a un año neutral más cercano a uno normal tanto en precipitaciones como en temperaturas”.