También agregó: «Es irracional que no entiendan que el equilibrio fiscal se mantiene con impuestos», dijo el jefe de Gabinete.
El Gobierno salió a contestarle a las entidades rurales que reclamaron por el regreso de las retenciones a la soja y el maíz, que serán restituidas a partir del 1 de julio al 33% y al 12%, respectivamente. «No se puede pedir que las bajemos de un día para el otro», dijo Guillermo Francos.
La definición económica del jefe de Gabinete llega a horas del 1° de julio, fecha clave para el campo. Es que hasta ese día rige la rebaja anunciada en enero por el Gobierno de Javier Milei para la exportación de diversos cereales. En las últimas horas, un decreto extendió la rebaja hasta el 31 de marzo de 2026, pero sólo lo hizo para el trigo y la cebada (siguen en 9,5%) y para la harina de trigo (5,5%). La soja y el maíz no fueron incluidas en ese nuevo plazo.
Las palabras de Francos confirman la posición del Gobierno. Así, las retenciones a la soja pasaron este lunes del 26% al 33%, las del maíz y sorgo del 9,5 al 12% y las del girasol del 5,5 al 7%.
«Es irracional que no entiendan el gasto» que conlleva la rebaja, indicó Francos, «y que el equilibrio fiscal del Gobierno se mantiene con mucho impuesto». Al respecto, subrayó que muchos de esos impuestos fueron una herencia y que, en cambio, la gestión Milei eliminó «muchísimos otros, como los de las economías regionales».
«No se puede pedir que bajemos de un día para el otro un impuesto que genera recursos importantes para la Nación», redobló el jefe de Gabinete, en declaraciones a radio Mitre.
«Las retenciones no se pueden terminar de un día para el otro», reiteró Francos. «El Gobierno va haciendo todo el juego posible para afectar de la menor manera posible a los productores agropecuarios. Ahora, no nos piden que eliminemos las retenciones porque eso es absolutamente imposible».
Recordó que Milei ya dijo que su deseo es que, en el futuro, se supriman las retenciones. Pero, aclaró el funcionario, eso se conseguirá con «un equilibrio a través de la eliminación del gasto». Y explicó: «Cuanto más gastos bajamos, más impuestos reduciremos».