De acuerdo al último informe de la Guía Estratégica para el Agro, «La Niña» ya está instalada y esto ya se refleja en la dinámica de las precipitaciones: solo se producen por la interacción entre el aire cálido y húmedo proveniente del noreste y el ingreso de frentes fríos desde el sur argentino”, explica José Luis Aiello, doctor en Ciencias Atmosféricas.
“A este escenario complejo debemos sumarle dos fenómenos que están aumentando la rigurosidad climática”, agrega el consultor Elorriaga. “Por un lado, el actual enfriamiento de la temperatura superficial del Atlántico disminuyó el ingreso adicional de aire húmedo a la franja este del país. Lo otro es la instalación de un pulso cálido producto de la circulación norte y la alta radiación solar.
Desde el martes 26 tenemos temperaturas casi de enero. El pulso podría extenderse hasta el fin de semana”. Aiello afirma que el escenario es muy complejo para el centro y el norte del país y que podría condicionar en algunas zonas el avance de la siembra temprana de soja. Hay algo que podría jugar a favor de los cultivos, la transición a noviembre muestra condiciones muy parecidas a las que se dieron antes de las importantes lluvias de inicios de setiembre. Los modelos de pronóstico no indican que los fenómenos serían tan importantes, pero muestran aportes de agua que podrían proporcionar alivio sobre todo al centro del país.
«20 meses en dos años con lluvias sin cumplir con las medias estadísticas: las lagunas históricas están desapareciendo en la región», afirman los especialistas.
“Lotes que hace 10 años no se podían sembrar por estar siempre con excesos, en este año volvieron a producción por la falta de agua. El paisaje se ve muy diferente: las lagunas históricas de la zona han desaparecido”, dicen los ingenieros de Teodelina, sur de Santa Fe. Y agregan: “en lo que va del 2021 recibimos solo 500 mm, cuando tendríamos que estar cerca de los 750 mm”. Octubre será otro mes por debajo de la media en la región.
El NE bonaerense solo recibió la tercera parte de lo que indican las estadísticas de los últimos 30 años. Al este cordobés le fue mucho mejor y está muy cerca de la media. En el sur y centro sur de Santa de los 85 mm de media solo se recibieron 37 mm. A favor de octubre hubo lluvias que fueron claves y muy oportunas para el trigo y la siembra gruesa. Pero una vez más octubre no cumplió, y ya van 20 meses en que a nivel regional las lluvias no alcanzan las estadísticas entre el 2020 y en lo que va del 2021. Algunas excepciones son enero del 2021 con lluvias muy importantes o abril (2021) con un pulso muy fuerte que dejó inundaciones en el área de Marcos Juárez. Marzo de este año también dejó lluvias que fueron claves para el comienzo del trigo.
La falta de agua de los últimos dos años ha cambiado el paisaje en la región y no deja ser una fuerte amenaza para el ciclo 2021/22: con una “Niña” por delante será muy difícil revertir esto. A los perfiles les falta muchos milímetros para afrontar el verano y hay mucha preocupación en el sector. Solamente para el primer metro y considerando la demanda de una pradera hace falta entre 80 y 120 mm para lograr condiciones óptimas de humedad en la región.
¿Cómo se plantea la campaña sojera que comienza marcada por la falta de agua?
Tras el alivio de las lluvias, el pulso de calor detuvo la siembra de soja en la región en el 12%. La siembra ha comenzado con menos agua que hace un año atrás: la última semana de octubre del 2020 se producía una lluvia de 100 mm, recomponiendo el estado de los perfiles hídricos, permitiendo sembrar en una semana el 40% de la superficie durante los primeros días de noviembre. Hoy las reservas son de escasas a regulares en gran parte de la región, y con “Niña” por delante hay mucha preocupación. Algunos por alcanzar a sembrar, y otros por lo que suceda en febrero, en pleno periodo crítico, con dos años consecutivos en los que el agua ha fallado. Al momento, hay sembrado un 12% con soja de primera, sin embargo hay una gran heterogeneidad en la región. Algunas áreas del noreste bonaerense van a la cabeza con el 60% de la superficie sembrada. Comenzaron con los primeros lotes hace quince días y ya se ven emergencias. En cambio, en el sur santafecino se avanzó solo un 5 a 10%. Y en el este cordobés están en el 20%.
La disparidad en el avance es debida a las distintas estrategias adoptada por los asesores. “En los lotes de mejor calidad, con napa apuntamos a potencial de rinde con fechas tempranas. En los de menor aptitud aplicamos una estrategia defensiva, sembrando a final de octubre”, explican en Colón. Muchos técnicos del este de la región, ante la falta de agua en febrero del 2021 notaron que lotes sembrados muy temprano o muy tarde en el 2020 lograron mejores resultados.
Con solo el 12% sembrado, ya se prevén serios problemas de insectos por la sequía en soja
“Se está dando da un pico poblacional de bolillera y (la oruga) militar temprana en trigos tardíos. Cuando se da un pico tan temprano, es de esperar una campaña muy intensa por problemas de bolillera”, comentan en el centro y centro sur de Santa Fe. “Si se da este pico en (insectos) adultos habrá que estar pendientes de los primeros lotes emergidos en soja”, advierten. Con este escenario de escasez de agua, “se prevé un año con actividad muy intensa de las típicas plagas de sequía en soja, como son lepidópteros, arañuelas y trips para más adelante”.
¿Romper años de siembra directa?
Hay coincidencias y discrepancias en la región acerca del grado de incidencia del laboreo mecánico en el sistema agrícola. También difieren las motivaciones que impulsa su incorporación. Hay localidades como Bigand en que el 25% de soja de primera se realiza con laboreo mecánico. “La carga de herbicidas para llegar limpio a la siembra está siendo muy costosa”, explican. En Cañada Rosquín lo justifican también por el menor desembolso económico: “el productor ha decidido romper la directa porque el combustible se paga a un dólar menor (oficial) que el que se paga en la compra de los agroquímicos”.
En Carlos Pellegrini y el Trébol, los técnicos comentan lo opuesto: la utilización de labranza no supera el 1%. “Son un fracaso, hay mayor nacimiento de malezas. Se pierde desde un 5% a toda la cobertura según el sistema de labranza usado”. “En un año seco puede afectar la productividad por la pérdida de humedad de la falta de cobertura”. En Bombal explican que la causa no es el “ahorro”, sino la necesidad de lograr más efectividad con los preemergentes.
El control de yuyo colorado, rama negra y sorgo de Alepo resistentes son un verdadero desafío para los productores. Por otro lado, desde Colón comentan que el mayor uso de labranzas mecánicas se debe a la necesidad de descompactar los lotes con mucha historia de siembra directa. La variabilidad en las opiniones refleja la gran complejidad que hay en el escenario agrícola, más aún en un año dónde algunos herbicidas claves han pasado a triplicar su precio en dólares respecto al inicio del año.
El 65% de los trigos están muy buenos, pero…
Las últimas precipitaciones en la región reforzaron el buen estado de los cuadros. “La alta demanda hídrica del trigo se está manteniendo con los milímetros recibidos días atrás”, dicen. Más de la mitad de los trigos están en muy buenas condiciones, definiendo peso de grano. Pero la repentina y súbita escalada de temperatura de estos días genera incertidumbre. De todas maneras, hoy el escenario es mucho mejor que un año atrás. Se esperan rindes un 30% superiores a los de hace un año atrás para esta misma fecha.
¿Qué efecto tendrá el pulso de calor sobre el rendimiento de trigo?
«No creemos que haya arrebatamiento del llenado de granos por las altas temperaturas de estos días. Normalmente, eso ocurre cuando el perfil edáfico está muy seco. Esta vez, hay humedad en el suelo», comentan desde Cañada Rosquín. Sin embargo, desde Bigand advierten que “la escalada de temperaturas de esta semana, acelerará la maduración y afectará el rendimiento” En principio, el 80% del rendimiento está explicado por el número de granos, por eso las posibles mermas en los rindes potenciales por la ola de calor no serían de consideración. Pero en cada localidad, con distintas fechas y con tanta variabilidad en la distribución de lluvias, habrá que evaluar minuciosamente el impacto.