La historia de León Clausen y la larga huelga obrera dentro de la CASE.
POR: José Luis Amado -Periodista Agropecuario e Investigador-
La depresión económica, a raíz de la Primera Guerra Mundial, afectó enormemente a la industria americana de equipos agrícolas. En este marco, las ganancias de CASE cayeron abruptamente, a pesar de las buenas ventas que tenían con su línea de trilladoras. Entre 1920 y 1922, las ventas brutas anuales cayeron de 34 millones de dólares a menos de 16 millones.
En 1924, asume un nuevo presidente, fue Leon R. Clausen. Este nuevo conductor de la compañía CASE tenía una particularidad, había sido un importante directivo de la John Deere Company. Cabe destacar que se desempeñó como presidente de la CASE desde 1924 a 1948 y estuvo ligado a la compañía como presidente de la junta directiva hasta 1958. Es decir, estuvo 34 años en la empresa.
Clausen le trajo a CASE muchas ideas de la John Deere, entre ellas el marketing agresivo y el valor de ser un fabricante de líneas completas de herramientas agrícolas. Cuando ingresó, estableció tres objetivos principales: mejorar el diseño de los tractores, tener una línea completa de estos y modernizar las fábricas. Uno de los primeros modelos de tractor de la gestión Clausen, fue el CASE Modelo C y el CC Triciclo de 1930.
En 1935, las líneas de CASE se expandieron tanto por adquisición como por invención. Así se compraron las empresas Emerson-Brantingham Company que fabricaba segadoras y sembradoras de maíz y la Rock Island Plough Co., que fabricaba tractores, separadores y arados.
Un dato a tener en cuenta: En el año 1937, entre la CASE, la International Harvester y la John Deere, vendían 3 de cada 4 máquinas que compraban los agricultores americanos.
Una de las obsesiones de Leon Clausen era renovar el departamento de ventas y reestructurar la fábrica. Tal es así que a Clausen se le atribuye la creación de la red de distribuidores de la CASE. Aunque fueron necesarios recortes severos para enfrentar la Gran Depresión de la década del 30´, CASE logró aumentar las ventas gracias a su línea de tractores.
Cabe destacar que, en 1930 quedaron 18 de los 157 fabricantes de equipos agrícolas que operaban 12 años antes.
En 1939, se introdujo una nueva gama de tractores, así como un nuevo modelo de cosechadora. Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los tractores de CASE tenían una demanda aún mayor. Entre 1941 y 1945, la empresa destinó al ejército americano más de 15.000 de sus tractores. Se diseñaron y fabricaron nuevos tractores teniendo en cuenta las necesidades de la guerra. CASE también fabricó proyectiles, alas de aviones y soportes de armas para la guerra. Si bien la empresa, por atender las demandas de la guerra, había perdido mercado a mano de sus competidores todo parecía indicar que esto iba a ser recuperado.
La compañía estaba en eso de recuperar mercado cuando esta tarea fue interrumpida por una de las huelgas más famosas de los Estados Unidos. Corría el año 1945, cuando una huelga obrera paralizó la fábrica CASE por 440 días (casi un año y tres meses). La razón era la falta de sindicalización de los trabajadores.
Luego de resuelta la huelga, Leon Clausen tuvo que renunciar a la presidencia, aunque permaneció como presidente de la junta directiva. Un dato curioso: El historiador Michael Holmes dijo que Clausen «Odiaba a los sindicatos, pero le agradaba el trato con los trabajadores. Se hizo conocido por prestar dinero a los trabajadores en huelga», dijo Holmes.
La cuestión es que ese largo paro obrero afectó a CASE en todos los niveles: en su relación con los distribuidores, con los clientes y desde ya con el sindicato. Pero también se vio afectada en los trabajos de investigación y desarrollo que la dejó atrás de sus competidores.
Todos estos problemas se sumaron a una crisis de liderazgo en CASE. Muchos historiadores, incluso hasta la propia empresa, lo señala a Clausen como un hombre que tomó decisiones, pero que estas eran opuestas a lo que requería la época. Por ejemplo se oponía a incorporar los motores diésel; también creía que los agricultores preferían la «confiabilidad» de una máquina a los cambios tecnológicos como puede ser operar un embrague con el pie, también se oponía a diseñar una cabina, a los neumáticos de caucho y a la transmisión de más de 4 velocidades. También se lo señala a Clausen por oponerse a una línea de tractores pequeños e incluso creía que el sistema hidráulico de control desarrollado por Harry Ferguson era un fraude. Lo curioso es que cuando Clausen trabajaba para la John Deere, se lo consideraba un innovador.
Aquí cabe indicar que, Leon Clausen era director de fabricación cuando trabajaba para la Deere and Co., y está considerado como uno de los creadores del famoso John Deere modelo D, en momento que la dirección de la Deere quería cancelar el proyecto de ese tractor. El resto es historia, ya que el tractor John Deere D puso a esa empresa en otro nivel muy superior al resto. Es curioso cómo Clausen salvó a una empresa y casi arruinó otra.
Finalmente, cuando Clausen dejó la presidencia en 1948, asumió el cargo Theodore Johnson. Johnson tenía 66 años y nunca había trabajado en otra empresa que no fuera la CASE. La empresa continuó presentando productos, pero con una respuesta mediocre a la competencia y sin innovaciones notables, esto le trajo severas pérdidas económicas a la compañía. Johnson fue reemplazado en 1953 por John Brown.
Bajo la presidencia de Brown, CASE lanzó al mercado una gran cantidad de productos nuevos y algunos mejorados, incluyendo el tractor CASE serie 500, que se convertiría en una línea muy exitosa. El 500 tenía un motor diésel de seis cilindros con inyección de combustible, dirección asistida y botón de arranque. En 1956 se presentaron dos esparcidores de estiércol. Sin embargo, ese mismo año, CASE informó de otra crisis financiera y por primera vez, la bancarrota parecía una posibilidad. La diversificación era la salida.
En 1957, la CASE, relanzó al mercado su línea de equipos industriales, se dedicó a expandir esta línea y, como ya era dueña de la Caterpillar Company, le pidió a esta asistencia en marketing. Para revitalizar la línea industrial, adquirió la Tractor Corporation (ATC) la cual tenía una importante línea de tractores de orugas y retroexcavadoras y cargadoras. El presidente de esa empresa era Marc Bori Rojtman.
Dicen que Rojtman tenía una personalidad muy especial y que deslumbraba en los salones de ventas, una especie de showman. Lo cierto es que este hombre fue contratado para presentar los nuevos productos y las ventas aumentaron hasta un cincuenta por ciento. Y en 1958 se triplicaron las ventas.
Clausen, que en esos años era presidente de la Junta de la compañía y se opuso fuertemente a que Rojtman sea el presidente de la CASE. Finalmente. Clausen renunció a la compañía en 1958.
En 1960, Marc Rojman también renunció y asume William Grede, quien entre otras cosas es el artífice que la compañía comience a vender distintos accesorios, como baterías, aceites y fluidos hidráulicos, algo que resultó muy exitoso. Luego de una serie de vicisitudes, Grede renuncia y es reemplazado por Merritt D. Hill, que había trabajado previamente en la Ford, en la parte de tractores.
Merrit Hill, le trajo a CASE toda la nueva tecnología que se estaba utilizando en Detroit. Hill marcó una época en las relaciones de la empresa con los sindicatos y logró mantener a la empresa en el mismo nivel que la John Deere y la Ford.
En 1964, Hill, introdujo el tractor Case 1200 Traction King, un modelo gigante con tracción en las 4 ruedas y 120 GV de potencia que puso a la compañía en otro nivel.
Ese mismo año la compañía Kern County Land Company (KCL) de California compró la mayoría accionaria de CASE. Luego fue adquirida por Tenneco Company of Houston quienes acordaron no influir en el crecimiento de CASE, ni en sus decisiones internas. Estas circunstancias permitieron que, entre 1964 y 1967, CASE se expandiera entre de acuerdo con la creciente demanda de productos existentes y el deseo de producir nuevos.
En 1972, CASE compró la David Brown Ltd., una empresa británica de equipos agrícolas fundada en 1860. Brown tenía un aceitado sistema de ventas y distribución en Gran Bretaña. Ese mismo año, Thomas Guendel asumió la presidencia de la empresa y dirigió un capítulo de crecimiento sin precedentes hasta que dejó CASE siete años después. Las ventas se cuadriplicaron durante ese tiempo. El fenomenal crecimiento se debió en gran parte al mayor éxito en equipos de construcción y al desarrollo de mercados extranjeros.
En 1979, Jerome K. Green reemplazó a Thomas Guendel, y la empresa por primera vez superó la marca de 2 mil millones de dólares en ingresos con un total de 28.000 empleados.
En 1985, la CASE adquirió a la International Harvester los servicios de producción, las líneas de productos y el sistema de distribución. La historia de Harvester era tan larga y distinguida como la de Case. Con la nueva empresa la CASE IH, estaba preparando para competir de frente con la John Deere, el dominador del mercado de equipos agrícolas.
El resto de la historia es más cercana en el tiempo y si bien es verdad que “pasó mucha agua bajo el puente”, hay que decir que las empresas multinacionales de la dimensión de CASE IH, también son partícipes de los mismos altibajos de la economía mundial. Sin embargo, a pesar de todas las vicisitudes y casi 180 años después de su fundación, hoy día la compañía que creó Jerome Increase Case continúa siendo una de las mayores fabricantes de herramientas agrícolas del mundo.
Foto real de los huelguistas fuera de la empresa Case en Illinois el día 24 de febrero de 1937. Foto del Museo de Historia de Elgin en Illinois.
NOTA: Si vas a levantar esta publicación, por favor respetá nuestro trabajo y citá la fuente, utilizá un link a la nota y mencioná a su autor. Gracias.