LA HISTORIA DE JEROME CASE (Capítulo 4)

Los “tractores” a vapor y la importancia de CASE en esta industria

POR: José Luis Amado -Periodista Agropecuario e Investigador-

En términos generales se puede indicar que fue en la década de 1920/30 cuando realmente comenzó la verdadera revolución de la maquinaria agrícola. Aunque los cambios no fueron bruscos, tal es así que por ejemplo en esos años lo preponderante era aún la utilización de la fuerza animal y la tracción a sangre.

Así fue, hace solo cien años atrás, eran los caballos o las mulas quienes tiraban de las rudimentarias máquinas que araban la tierra, plantaban las semillas y recogían las cosechas. De hecho, la recolección se realizaba a mano, pero se usaban máquinas para trillarlos.

Claro, hay que indicar que para esa época ya muchos fabricantes habían comenzado a construir distintas herramientas para las tareas agrícolas como tractores, plantadoras, cultivadores y trilladoras. Tal es así que para mediados del siglo XIX se fabricaban y se les vendía a los agricultores varios modelos de máquinas que funcionaban a vapor. Aunque hay que destacar que estas empresas fueron pocas; indican historiadores que para 1905 solo había seis fabricantes de estos motores a vapor en todo Estados Unidos. Pero para 1920, había más de 160 fabricantes de tractores que vendían cientos de modelos diferentes propulsados por una variedad de motores y combustibles y que solo un año después había 186 empresas diferentes y el número de tractores en los campos americanos se acercaba a las 200.000 unidades totales.

Pero volvamos al vapor como forma de generar potencia para mover herramientas. Lo primero que hay que aclarar es que la palabra “tractor”, tal como se la conoce hoy día, aún no era indicativa de un vehículo de uso agrícola. Aunque, según se indica en algunos escritos, la palabra “Tractor” fue utilizada por primera vez en 1856 en Inglaterra como sinónimo de un motor de tracción y la segunda vez fue en los Estados Unidos en 1890 por G. H. Eduardo cuando patentó un motor a vapor montado sobre orugas. De todas formas, nosotros vamos a utilizar esa palabra a los fines de facilitar la comprensión del texto cuando nos referimos a esta herramienta de trabajo.

Se vino el futuro
El siguiente paso en la evolución de la potencia agrícola fue la conversión del motor de vapor a un motor de tracción autopropulsado.

En principio hay que decir que los tractores a vapor y a gasolina habían estado disponibles durante varios años antes de la década del 20 del siglo pasado, pero pocos agricultores querían o podían pagar estas máquinas grandes y pesadas. Fue recién en 1925 en que se comenzaron a fabricar tractores un poco más parecidos a como los conocemos hoy y para 1930, la mayoría de los granjeros americanos ya habían comenzado a cambiar sus caballos por los tractores. Al usar tractores, los agricultores podían arar, plantar y cosechar más acres o hectáreas ocupando menos mano de obra y con mayor velocidad.

A parte, también hay otras cuestiones a tener en cuenta. Por ejemplo, que los caballos eran costosos de comprar, de alimentar y de mantener. Los agricultores americanos necesitaban alrededor de cinco acres de tierra para cultivar la avena, el heno y el forraje que cada caballo necesitaba durante todo el año. Por el contrario, un tractor solo necesitaba del combustible, y la tierra que se había reservado para el sustento de los animales, ahora se podía utilizar para cultivos comerciales y de esa forma ayudar a pagar el préstamo que se necesitó para comprar el tractor.

También los tractores se podían operar día y noche, con pocos cuidados diarios, y no se veían afectados por el calor o el frío, los insectos o las enfermedades. Además, en comparación con los tractores a vapor, los de motor a explosión funcionaban con gasolina o querosene, que era más barato, y se ponían en marcha instantáneamente, lo que ya era una ventaja importante respecto a las calderas que previamente había que calentarlas.

A modo de ejemplo se puede indicar que un granjero tardaba una hora y media en cultivar un acre de tierra con una cuadrilla de cinco caballos arrastrando un arado. Con un tractor de 27 caballos de fuerza y un arado de vertedera, tomaba solo media hora arar un acre y solo 15 minutos con un tractor de 35 caballos de fuerza y un arado de vertedera. Hoy, con un tractor de 154 caballos de fuerza y un arado de cincel, un agricultor puede cultivar un acre en cinco minutos.

Los primeros motores a vapor CASE
En la idea de hablar solamente de la empresa CASE, vamos a dejar de lado la enorme cantidad de tractores fabricados por la International Herverster y toda su línea Farmall. Esto es así porque solamente nos enfocaremos en los modelos CASE, a pesar que hoy día son una misma empresa.

Fue en el año 1869 en que la CASE presentó su primer modelo de motor a vapor para uso agrícola. Este modelo denominado The Old Nº1, tal como fue descripto en el Capítulo 3. Este tractor en realidad fue un motor del tipo estacionario accionado a vapor de agua, pero montado sobre ruedas y sin transmisión, por lo que era trasladado mediante caballos.

Ahora te vamos a contar sobre otros modelos; puntualmente los más vendidos por la empresa de Racine. Lo primero para comentar es que, según la propia empresa J.I. Case Company, la primera serie de tractores a vapor comenzó en 1876 con un modelo de motor del cual el número de serie comenzaba en el 1 y terminó en el 75. En total, entre 1876 y 1900, la empresa fabricó 20 series distintas de tractores a vapor, los cuales iban del 1 al 9045. La empresa también destaca oficialmente que cerró la fabricación de estos modelos a vapor en el año 1924 con la serie que iba del 35.707 al 35.838.

CASE fabricó, a lo largo de casi 50 años, distintos modelos de motores a vapor. Los fabricaron desde los 9 a los 110 HP (cabe indicar que el famoso modelo de 150 HP fue solo experimental y se construyeron apenas unas pocas unidades). También fabricó, en 1910, uno denominado Road Roller para uso en compactación de caminos y carreteras que poseía la rueda delantera con trocha ancha construida totalmente en hierro.

Finalmente señalar que en 1886 la empresa J.I. Case fue reconocida como la mayor empresa fabricante de motores a vapor de todo el mundo y que para el año 1924, en los Estados Unidos, se estimaba que 1 de cada 3 tractores a vapor era marca CASE. Es más, la compañía americana construyó un total de 36.000 motores a vapor antes de que la producción de estos modelos cesara definitivamente.

Características técnicas de algunos modelos
Fuera del CASE 150 Hp, que fue un motor a vapor del tipo experimental y del cual se fabricaron apenas unos pocos, el modelo más potente fabricado por la empresa de Racine fue el CASE 110 Hp. Cabe destacar que aquellos tiempos estos motores a vapor no tenían un nombre específico y se los denominaba por su potencia.

El motor a vapor CASE 110 HP
Se trata de un motor a vapor que se empezó a fabricar en 1910 y, como contamos más arriba, ocupa el segundo lugar en tamaño solo después de los de 150 Hp. Sus ruedas traseras tenían un diámetro de 7 pies y un ancho de 3 pies. El motor entregaba una potencia de 110 Hp a 240 Rpm y pesaba en total 20 toneladas. Las ruedas delanteras tenían un diámetro de 4,5 pies y un ancho de 16 pulgadas. La velocidad normal del CASE 110 estaba en el orden de las 2,4 millas por hora. Este motor estaba compuesto de un cilindro simple de 12 x 12 pulgadas. La caldera cargaba 360 galones de agua (1300 litros) y 1900 libras de carbón (860 kilos).


Entre otras características se puede indicar que posee una cabina para su conductor y un particular mecanismo de dirección asistida por vapor que permitía que las ruedas delanteras girasen cuando las ruedas traseras estaban estacionarias. Esto facilitaba doblar, por lo que el CASE 110 fue la primera máquina de vapor en tener dirección asistida. Esta máquina de vapor fue diseñada especialmente para arar y trillar.

El catálogo de CASE de 1913 indicaba que el precio de compra en U$A 3.055 puesto en la fábrica de Racine, Wisconsin. Este motor ganó el Gran Premio y la Medalla de Oro en el Concurso de Motores de Winnipeg en 1912. Se fabricaron más de 800 motores de vapor CASE Traction de 110 HP. Se supone que en los Estados Unidos solo han sobrevivido unas 35 unidades.

Finalmente indicar que este modelo fue diseñado para tirar de arados de entre 10 y 12 rejas y fue muy usado para arar las enormes praderas vírgenes del oeste americano. El CASE 110 Hp es, por su potencia y su rol en la agricultura, una de las máquinas que más enorgullece a la compañía.

A partir de 1915, estos motores a vapor, lentamente comenzaron a desaparecer para dar paso a los tractores agrícolas con motor a explosión. Modelos en los cuales también CASE aportó mucho.


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Jerome Case

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