La invasión de Rusia a Ucrania, uno de los graneros del mundo, ha conmocionado a los mercados de productos básicos. Europa busca alternativas para cubrir la demanda de su mercado.
La Unión Europea podría levantar temporalmente el veto a las importaciones de cereales modificados genéticamente procedentes de EE.UU y Sudamérica para ayudar a los agricultores que padecen las interrupciones del suministro debido al conflicto entre Rusia y Ucrania, según señaló el Ministro de Agricultura español, Luís Planas.
España y Francia ya han propuesto una exención a los productos agrícolas con trazas de herbicida para aumentar las existencias o buscar proveedores alternativos, especialmente de maíz, clave para la producción de granos.
La guerra entre Rusia a Ucrania conmocionó los mercados mundiales de productos básicos con interrupciones en las industrias de cultivos y fertilizantes, que llevó los costos de los alimentos a niveles récord.
«Necesitamos que la UE añada flexibilidad a las normas de importación de granos», señaló Planas a Bloomberg Plus. Pero está medida podría suponer un cambio en la estrategia del bloque, que incluía aumentar la producción ecológica y reducir el uso de agroquímicos.
De todas maneras cualquier importación de cereales modificados genéticamente deben recibir la aprobación de las autoridades de la UE y los estados miembros podrían decidir si la aceptan o no.
Sin embargo «las importaciones son fundamentales ya que Europa tardará años en lograr la autosuficiencia en el suministro de proteínas», indicó Planas y acotó que «EE.UU. y Argentina no son los únicos mercados que pueden ayudar a cubrir las necesidades alimentarias de 450 millones de ciudadanos».
Ucrania, por ejemplo, es el mayor proveedor de maíz y aceite de girasol en España, aportando casi el 30% y el 62% de las importaciones respectivamente.