El panorama se tornó mejor en medio de la siembra de soja, el cultivo que a través de su complejo de harina, grano y aceite suele aportar unos USD 20.000 millones en exportaciones por año. Un mapa compara la situación entre el 2022 y este año.
Un mapa que compara la disponibilidad de agua en los suelos del campo entre el escenario actual y el año pasado muestra una notable recomposición de la humedad en el territorio, luego de un año en el que la producción agropecuaria se vio fuertemente afectada por la sequía.
El panorama se tornó mejor gracias a las precipitaciones que se produjeron en plena siembra de soja, el cultivo que a través de su complejo de harina, grano y aceite suele aportar unos USD 20.000 millones en exportaciones por año.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), la Facultad de Agronomía de la UBA y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundieron la imagen del mapa que muestra los niveles de agua aprovechable por los cultivos hasta un metro de profundidad.
La imagen difundida muestra una comparación entre el 8 de noviembre de 2022 y la misma fecha de este año. El registro del año pasado muestra un país prácticamente en rojo, sin humedad en los suelos y con algunas reservas mínimas en algunos sectores. Solo en el extremo nordeste del país y en Misiones se visualizaba un verde.
En cambio, gracias a las lluvias registradas durante las últimas semanas se aprecia un progresivo avance de la tonalidad verde sobre el rojo y el amarillo.
En algunas zonas de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, se ve un verde claro y en otras uno más oscuro. Sobre el Litoral, en tanto, hay un verde intenso en determinados lugares que quedaron con excesos hídricos.
La imagen entre un año y otro coincide con el momento de siembra de la soja, que está en marcha. Sobre esto, Pablo Mercuri, director del Centro de Recursos Naturales del INTA, dijo: «Si bien no está completo el almacenaje o recuperado los suelos de la mayoría de los territorios de la prolongada sequía, representa una marcada mejoría comparado con el año previo».
Vale recordar que, por la sequía, la producción argentina se achicó en más de 50 millones de toneladas. De unos 135 millones de toneladas del ciclo previo, retrocedió a poco más de 85 millones de toneladas, uno de los peores registros de la historia que provocó, además, una reducción del 50% en el ingreso de divisas por exportaciones.