Llovió en la zona donde más se necesitaba

El agua que cayó este domingo llegó en un momento justo para amplias franjas de la zona núcleo de cara a la cosecha de trigo y la siembra de maíz de primera.

Las lluvias que cayeron desde este domingo llegaron justo a tiempo y trajeron alivio en amplias zonas productivas del país.

Con foco en el centro de Santa Fe (y también con muy buen caudal en Entre Ríos), las lluvias impactan positiva en la marcha de la campaña de trigo y mejoran el perfil hídrico para la siembra de maíz de primera. Y mejora el ánimo del productor.

Por ejemplo, en el centro oeste de Santa Fe, como en San Jorge, cayeron casi 80 mm y en el sur santafesino el milimetraje fue interesante. En Carcarañá llovieron 35, en Bombal 50, en en Chabás 22, en Cañada de Gómez 25, Roldán 40, en Venado Tuerto 29, en María Teresa 43, en Hughes 15 mm y en Villa Cañás 34. Lo curioso es que en Teodelina cayeron 79mm. Por su aprte, en la región centro de la provincia redondeó unos 40 mm de promedio.

Por el lado de la provincia de Buenos Aires, la región que más ligó lluvias fue el sur de la provincia. Por caso, en Azul cayeron 30 mm, en Tandil 30 y en la zona de Olavarría unos 60 de promedio.

En el oeste bonaerense, se puede observar que en Gral. Villegas llovieron 20 mm, en Piedritas 35, en Santa Eleodora 50. En Junín apenas 7 mm y

Una de las zonas en que menos precipitaciones se registraron fue en el norte de la provincia de Buenos Aires. Por ejemplo, en Pergamino cayeron entre 8 y 15 mm. Pero hay pronósticos de que el agua llegará en el transcurso de semana y también siguen las probabilidades de nuevas tormentas en Santa Fe.

Cabe destacar que la semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que el 70% de los suelos de la zona núcleo estaban en condiciones regulares o malas porque las lluvias eran menores de lo previsto

Esa falta de agua le venía quitando volumen a la campaña agrícola, sobre todo de cara a fin de año, cuando se cosecha el trigo.

No en vano, la Bolsa redujo en 5 millones de toneladas las proyecciones del trigo, que las dejaba en 14 millones de toneladas y con rendimientos de unos 7 quintales por hectáreas en zonas adonde se proyectaban los 20 quintales.

La falta de trigo impacta al alza en valor de la harina y la posibilidad de que haya menos maíz, que ya está impulsando hacia arriba los precios en el mercado, complica y encarece la alimentación de la hacienda y el ganado.

Este año, y de la peor manera por la histórica sequía, el país entendió la gravitación del campo en la economía argentina, tanto en ingreso de divisas como en motor de la industria y el comercio, y por eso importa el alivio que le trajo el agua hoy al agro.

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