Locuras argentinas: Ahora conviene comprar carne antes que ensalada, postre y bebidas

En la tradicional comida de los argentinos, hoy cuestan más los acompañamientos o un postre que el principal producto. Así evolucionaron los precios de una mesa con asado.

«¿Hacemos un asadito?», es la propuesta más atractiva en todo grupo familiar, de amigos, o laboral. La costumbre se había devaluado en los últimos años por los aumentos desmedidos del precio de la carne y la situación escaló a tal dimensión que hasta el kirchnerismo hoy en el Gobierno, prometió que volvería a ser un menú típico de los fines de semana en las mesas si llegaban a la presidencia.

Pero la magia de la economía argentina lo hizo de nuevo: dio vuelta la comida más típica de estas pampas: hoy es más caro hacerse cargo de las ensaladas, una provoleta, o del postre, que de llevar unas tiras de asado o un vacío.

De acuerdo a datos de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), el precio del asado aumentó entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022 un 67%, mientras que la variación en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en el mismo período fue de 83%. O sea, el asado está 16 puntos por debajo de la inflación general.

¿Cuánto cuesta hoy el kilo de carne?

Si bien va de suyo que el precio está directamente ligado con la calidad del producto que se ofrece, en una recorrida por supermercados, cadenas de carnicerías y locales barriales se puede encontrar buenos cortes a un promedio de $1.200 por kilo. El piso lo marca el programa «Cortes Cuidados» por el cual se debiera ofrecer en unas 1.000 bocas de todo el país el kilo de asado a $765. A su vez, el vacío tiene un precio de $999, el matambre de $969, la falda de $499, la tapa de asado $765, la nalga $1.049 y la paleta $849.

El programa se renovó a principios de mes y tiene vigencia hasta el 31 de octubre con un leve incremento de 1%, debido a que los frigoríficos se comprometieron a abastecer el mercado interno a cambio de que mantengan habilitada la exportación de una serie de productos.

Pero ocurre que la sequía que afecta a gran parte del país resulta uno de los factores que explica también el amesetamiento del precio de la carne, ya que muchos productores deben vender mucho antes de lo deseado su ganado por falta de pasturas.

En síntesis, si tomamos como base una mesa de cuatro personas, a medio kilo por persona, quien decida «llevar la carne» deberá gastar unos $2.500, más otros $1.000 entre chorizos y/o morcillas para acompañar. Con $3.500 quedamos bien.

El precio de la ensalada se dispara

¿Y por qué plantábamos que «la economía argenta dio vuelta la comida más típica»? Porque todo lo que acompaña a la carne registró aumentos muy superiores en los últimos meses.

Por ejemplo, los vegetales para realizar una ensalada entraron en una escalada de difícil explicación. En este campo sobresale el precio de la cebolla y, también, el del morrón rojo. Según el INDEC, la cebolla en enero tenía un valor de aproximadamente $65 el kilo y hoy su precio puede oscilar entre los $ 400 y los $ 500, o sea que el aumento es de un entre 600% y 650%.

Aquí también la explicación la tiene la sequía pero en su versión que perjudica a los consumidores ya que la cebolla llega desde regiones en la que la falta de agua está haciendo estragos. Además, la primavera es la «temporada baja» y el mercado se abastece con producción brasilera que está atada a los problemas de importación que afectan al país.

En el caso del morrón, no hay referencia oficial de su precio, pero a principios de año se lo podía conseguir entorno a los $700 por kilo. Por estos días, hay puntos de venta que le pusieron cuatro cifras al precio: $1.200.

La explicación es similar al caso de la cebolla: la falta de agua está demorando la producción, especialmente en el entramado del gran La Plata.

¿Qué pasó con la lechuga? La lechuga tuvo un fuerte incremento en los primeros meses del año y ahora el kilo se estabilizó entorno a los $300 en cada una de sus variables. En enero el INDEC había detectado un precio de $229, por lo que en diez meses acumuló un incremento de 32%. Hasta aquí, una mixta con morrón para cuatro personas orillaría los $1.000.

Si cambiamos por la apetitosa de «papa y huevo», el panorama no cambia mucho. La papa también tuvo un derrotero alcista en lo que va del año. Arrancó 2022 valiendo poco más de $60 y hoy no se la encuentra por menos de $300, o sea cinco veces más.

Los huevos también experimentaron un salto importante pasando de costar un maple de 30 unidades $300 en el arranque de este año a orillar los $750/800 a mediados de octubre.

Las bebidas y el postre, también con aumentos

Las bebidas son un caso aparte ya que hay de todos los precios y para todos los paladares, pero un «vinito» bueno no se consigue a menos de $1.000. Con sobremesa salen «dos tubos» y al que le toque en el reparto no gastará menos de $2.000. Y si vamos al postre, un kilo de helado de mediana calidad ronda los $2.500.

En consecuencia, hacer un «asadito» más o menos digno para cuatro personas puede elevar la cuenta a $10.000 y, viendo los precios de cada uno de los productos, no está mal «sacar pecho» y pegar el grito primero: «Yo llevo la carne».

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