AUTOR: Lic. Luis Ángel Gazzotti, Dp en Agronegocios.
GAZZOTTIAGRO: Administración de establecimientos agrícolas/ganaderos Junín, Bs As. Celular: 236-4327272
El mes pasado recorrí Expoagro y, más allá de la maquinaria imponente y las novedades en insumos, hubo un mensaje claro: el futuro del agro pasa por el manejo de la información. Sensores en los cultivos, plataformas que integran datos de clima, suelo y sanidad, aplicaciones que optimizan decisiones en tiempo real… La tecnología ya no es solo una herramienta, sino el eje sobre el que se construye la eficiencia.
Ahora…, el desafío no es solo generar datos, sino transformarlos en decisiones concretas que impacten en la rentabilidad y la sustentabilidad de la producción. Como sector, todavía tenemos mucho por avanzar en ese camino.
El ambiente era un mix de desafíos y oportunidades: por un lado, ver la magnitud de los mercados y, por otro, entender en qué nivel estamos a país. Entre charlas y encuentros, me enfoqué en generar alianzas comerciales, conectar con gente que sabe y que comparte la misma visión.
Fue súper productivo y a la vez cansador. Lo que más me llevo es la cantidad de ideas y propuestas que surgieron en cada stand: distribuidores, instaladores y algunos importadores estaban dispuestos a sumar, a compartir proyectos y hasta a incluir productos innovadores en la industria.
Con cada paso, la convicción crecía: el agro ya no es más lo que era, y el campo argentino apuesta fuerte por la innovación y las energías limpias. ¡El futuro es de quienes se suman a esta transformación!
Arrancó la cosecha 2024/25
Hay optimismo para la campaña agrícola, y al mismo tiempo preocupación por los rindes de la soja y maíz del ciclo 2024/25.
En este sentido, el 54% de los empresarios agropecuarios consultados por la última encuesta SEA CREA, confía en que la situación del agro mejorará en 2025. Sin embargo, se enciende una luz de alerta: la suba de costos y la caída de los rendimientos de dos cultivos clave de la presente campaña gruesa.
También destacar que, aunque solo cosechó el 2% de la soja de primera, se obtuvieron rindes que no superan los 40 qq/ha.
Otro dato: Los meses de Febrero y Marzo terminaron con lluvias que superaron ampliamente las medias históricas y con un 23% del área con excesos hídricos en los suelos, por lo que los productores necesitan ahora buen tiempo para cosechar la oleaginosa.
En cuanto al maíz los pisos de 40 qq/ha del norte de buenos Aires contrastan severamente con los techos de 130 quintales del sudeste cordobés; esto depende de las diferencias en las lluvias de enero.
La incertidumbre económica y la inestabilidad monetaria sigue siendo un factor clave que afecta la planificación de los productores. Los productores pueden manejar los tiempos de venta porque en siete días cobran, lo que permite pagar gastos rápidamente. Sin embargo, hay otros sectores, como la ganadería y la lechería, donde los plazos de pago son mucho más extensos, lo que genera mayor incertidumbre.
Por último, el inicio de la cosecha implica la necesidad inmediata de pagar servicios, insumos y otras erogaciones lo que genera que un 20% o 30% de lo cosechado se destina al pago de estos compromisos, mientras que el resto se vende progresivamente a medida que surgen otros gastos mensuales.
Las realidades dentro del sector productivo son diversas. Mientras algunos pueden esperar una mejora en el contexto económico, otros enfrentan deudas y compromisos que deben saldar en los próximos meses, quienes tienen deudas con proveedores de insumos deberán vender, sin importar la cotización del dólar o la incertidumbre económica.