Para recuperar el tiempo perdido, los productores salieron a sembrar soja y maíz

En el norte de la provincia de Buenos Aires y sur de Santa Fe, el movimiento de sembradoras fue intenso.

Las lluvias del viernes pasado fueron determinantes para que los productores agropecuarios de la zona más afectada por la sequía decidieran salir a sembrar. Por estos días, tanto en el norte de la provincia de Buenos Aires como en el sur de Santa Fe, se multiplicaban los tractores con las sembradoras. Apuestan no perder por tanto, y contra el “reloj biológico estacional” están implantando el maíz y la soja que no dejó sembrar la sequía.

Juan Matkovich, del paraje El Cruce, distante a unos ocho kilómetros de la localidad de Pérez Millán partido de Ramallo, salió a las 3.52 hs. a sembrar. En la noche de verano tomó el tractor junto a su hijo Tomás, conscientes de que no hay tiempo que perder.

Matkovich, contó: “Lo bueno fue que llovió bien en todos lados, entre 35 mm y 45 mm. Está muy linda la tierra”.

El movimiento en la zona rural es intenso. Los dueños de campos y los arrendatarios tratan de llegar a tiempo a cada uno de los lotes. La humedad del suelo es la ideal, cuentan. Aclaran que esperan otras precipitaciones para mitad de semana.

Las lluvias que cayeron en el noreste bonaerense promediaron unos 40 milímetros. Se transformaron en el punto de partida para una campaña que viene a pérdida y muy complicada.

Salir a sembrar con la esperanza renovada

Daniel Berdini tiene campo propio y alquila otros lotes. El domingo por la tarde invitó a TN para ver cómo se estaba sembrando.

“Empezamos en el campo que se encuentra ubicado en el partido de Ramallo. Llovieron 32 milímetros”, dijo, mientras avanzaba con la siembra de soja. El año pasado ese lote le dio 10 quintales con soja de primera. La sequía los complicó en la campaña pasada. Allí sembraron trigo y no cosecharon nada. Hicieron labranza y vuelven a insistir con la soja.

“Es una orquesta de sembradoras el barrio”, afirmó Berdini, feliz de escuchar el ruido de la maquinaria de campo.

Gran parte de los productores están haciendo soja. “En la zona nuestra no había una hectárea sembrada. La zona de Villa Ramallo hacia San Nicolás, no había nada implantado de ningún cultivo” contó.

Con fuerte tono afirmó, “vamos por las 40.000 hectáreas que faltan de sembrar en el partido de Ramallo. Tendrían que haber estado sembradas el 20 de Noviembre. Estamos a dos meses de esa fecha óptima. A ponerle fe y esperanza”.

Mientras el tractor y la sembradora se pierden en campo sostuvo, “esta situación nos va a servir a todos. Por la sequía, no se cosechó ni trigo, ni arveja. Cuando llegó la primavera y fue avanzando el 20 o 30 de noviembre no se pudo hacer la siembra a de soja y maíz. A 60 días de esa historia, este 21 de enero estamos sembrado soja”.

“Estamos a 60 días del otoño donde los arboles pierden el color, corremos el riesgo de la heladas tempranas. El maíz tiene un costo altísimo, por la semillas, el fertilizantes y el riesgo que es a partir de esta fecha, entrado abril, que una helada lo agarre con la espiga en grano. Esa sería una situación límite, todo es un gran riesgo un grande safio”, expresó.

La necesidad de tener un seguro multirriesgo

Berdini remarcó, “uno de esto tiene que aprender, cuando se habla del estado presente, no solo en impuestos o retenciones, yo creo que el estado debe ser el sostén del seguro multirriesgo. Hoy el productor necesita un seguro multirriesgo”.

Sostuvo que teniendo esa cobertura, se hubiera salvado el trigo o la arveja para el productor. Además, puntualizó que es necesario contar créditos a la producción. “El dinero de esos créditos debería salir de las retenciones que tanto discutimos, un porcentaje se debería utilizar en una tasa de interés subsidiada para estos casos”, pidió.

“Tenemos que aprender. El productor agropecuario en el afán de trabajar más, fue pagando más en los alquileres. Tenemos que aprender a trabajar a porcentaje, buscar herramientas entre el productor y el tenedor de la tierra. Hay que buscar un equilibrio, es un momento de reflexión y de hacer una autocrítica como productor agropecuario. Hay muchas cosas para corregir”, concluyó.

Te puede interesar:

Menú