“Políticos: pónganse los pantalones y salven al campo”

En medio de la desazón, a causa de la fuerte sequía que afecta los cultivos, productores agremiados fuera de las que integran la Mesa de Enlace, alertan a los políticos de la gravedad del problema.

POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- ESPECIAL PARA GRUPO LA VERDAD

La entidad agropecuaria que se manifestó de forma más directa hacia el Gobierno nacional, provincial y todos los legisladores fue la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios (AAPA), quien el jueves emitió un comunicado que lleva el título “Políticos: pónganse los pantalones y salven al campo”.

Ante el actual contexto de sequía, los ex productores autoconvocados, hoy agrupados en AAPA reclamaron a toda la clase política del país que se actúe de manera urgente: “Ante los efectos devastadores de la sequía, que está perjudicando la producción nacional como nunca. Pedimos especialmente a aquellos políticos que dicen defender el campo y seguramente este año nos van a pedir el voto, que hagan algo y ayuden al sector mediante medidas de urgencia, entre las que se pueden incluir disposiciones legales que condonen deudas impositivas y ayuden a sobrellevar económicamente está triste situación”.

El documento también señala que “si no se hace algo urgente, la sequía nos dejará sin carne y leche, ya que el ganado no tendrá que comer. Y a eso hay que sumarle la falta de granos para criar pollos y cerdos. No van a quedar alimentos para la mesa de los argentinos”. Finalmente se despiden con una exigencia: “Hagan algo. Queremos soluciones urgentes. Dejen las vacaciones. Pónganse los pantalones largos y salven al sector agropecuario”.

El comunicado de AAPA se conoció en el marco de una mala noticia para el país. Es que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires acaba de estimar que el impacto negativo de la sequía en la actual campaña agrícola es equivalente a entre el 1,1% y el 1,8% del Producto Bruto Interno. Además, proyectó caídas de las exportaciones agroindustriales que van de U$D 9.226 millones hasta los U$D 14.100 millones por el efecto de la ausencia de precipitaciones.

Dimensionando las pérdidas

Esta semana también se conocieron los números fríos de las pérdidas por efecto de la sequía, la cual está considerada la peor en 60 años.

Según la última estimación de siembra de la Bolsa de Comercio de Rosario, la soja cerró con 1 millón de hectáreas que no se pudieron implantar y la cosecha será una de las peores de los últimos 15 años. Este dato no tiene antecedentes en la historia del cultivo. De un pronóstico inicial de 17,1 millones de hectáreas, terminaron siendo solo 16 millones, con el siguiente achique por regiones: Santa Fe con 360.000 hectáreas menos, Buenos Aires con 300.000 menos, Entre Ríos 220.000 y la provincia de Córdoba con 205.000 hectáreas menos.

A este panorama, hay que sumar las hectáreas que sí se pudieron implantar, pero no llegarían a cosecha. En este caso se estiman que serían unas 500.000 hectáreas, más la pérdida en los potenciales de rinde de las que aún queden en pie.

El informe destaca también que “Con siembras en seco, forzando la implantación en busca de humedad en la profundidad del suelo y esperando los chaparrones para seguir como sea con las labores, gran parte del área se ha sembrado entre 15 y 45 días después de las fechas óptimas para el cultivo”. Así, el rinde promedio de la campaña quedaría en apenas 24 quintales por hectárea, con ninguna provincia pudiendo superar al menos los 27 quintales.

El resultado es que “ya se perdió el 25% de la soja argentina”, subraya la Bolsa rosarina. Es importante destacar que, si bien aún falta mucho tiempo para la cosecha de la soja, hoy la primera proyección es de 37 millones de toneladas, lejos de las 49 millones que hubieran podido esperarse con un escenario climático normal. De ser así, esta sería una de las tres peores cosechas de los últimos 15 años. Finalmente, el informe explica que “Las pérdidas de área, sobre todo en soja de segunda, pueden dispararse y empezar a ser masivas si no hay lluvias importantes y generalizadas”.

Por el lado del maíz, las condiciones no son mejores. “Los retrasos de siembras y la severa falta de agua que han sufrido las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires recortan 600.000 hectáreas del área de siembra de maíz”, sentencia la Bolsa de Rosario. En este caso, el cálculo de siembra inicial era de 7,9 millones de hectáreas y se ajustó a 7,3 millones. Si las precipitaciones llegaran, podrían alcanzarse 50 millones de toneladas, pero ante los graves problemas en la siembra, más el crecimiento detenido en los lotes tardíos y las pérdidas de los maíces sembrados tempranos, “hacen prever un escenario más cercano a las 45 millones de toneladas”.

Y otro dato no menor, las pérdidas para los productores que sembraron maíz en campo alquilado llegan a los 1500 dólares por hectárea y a 800 dólares en campo propio. Y en cuanto a ganadería, hay que decir que los precios bajos de la carne en el mostrador, no es otra cosa que el efecto de la venta forzada de animales por parte de productores que no tienen para alimentar el ganado. En el mientras tanto, el campo espera que los políticos hagan algo.

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