No da respiro. Un bichito que en su adultez mide apenas 4 milímetros se trasformó en un monstruo difícil de controlar. En el Congreso Mundial de Maíz, el tema recurrente fue “la chicharrita”.
POR JOSÉ LUIS AMADO –PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
La chicharrita es un pequeño coleóptero de apenas un par de centímetros que se trasforma en vector necesario para una temible enfermedad del maíz llamado achaparramiento.
Esta enfermedad le está trayendo no pocos dolores de cabeza a los agricultores maiceros. Y no solo aquí en Argentina, pues se acaba de conocer que también en el corazón maicero de los Estados Unidos. Puntualmente en Missouri, donde ya aparecieron los primeros casos de achaparramiento del maíz, lo cual, y como era de esperar está generando gran preocupación entre los farmers americanos.
Cabe destacar que Missouri es lindante con lo que se conoce como el “Corn Belt”, (Cinturón Maicero), americano y mayor productor de maíz del mundo, el cual está compuesto por los estados de Iowa, Illinois y Nebraska.
El insecto Dalbulus maidis, comúnmente denominado chicharrita es el portador de esta enfermedad y es común en el sur, en estados como Oklahoma, Texas y California. Sin embargo, su reciente aparición en Missouri marca un cambio preocupante en la distribución geográfica de la plaga.
En Argentina
La situación en Missouri recuerda lo sucedido en la última campaña maicera de Argentina, cuando la chicharrita del maíz migró desde el norte argentino hacia las principales zonas productoras del cereal, como Córdoba y Santa Fe, incluso el norte de Buenos Aires, provocando un desastre productivo.
En este sentido, y a poco del inicio formal de la siembra de maíz, todas estas cuestiones rondaron el 3° Congreso Internacional de Maíz que esta semana se desarrolló en la ciudad de Córdoba. Un evento que contó con 6000 inscriptos y 130 oradores nacionales y del exterior.
Allí, el principal tema fue el de la chicharrita. Hay que tener en cuenta que, a causa de esta preocupación, la caída en la siembra del cereal estaría entre 1,3 y 2 millones de hectáreas.
Lo cierto es que el solo hecho de ver salas llenas donde se habló del tema reveló un dato central: los productores y técnicos no quieren perderse nada sobre la plaga. Saben que se avecina un partido desafiante, con una cancha que la campaña pasada quedó inclinada por las fuertes pérdidas productivas. Cada diapositiva que brindaba algo relevante para los asistentes despertaba enseguida una reacción en cadena de celulares apuntando hacia la pantalla para captar la información que hoy vale oro.
Otros aspectos que juegan el partido tienen que ver con la velocidad con la cual se está trabajando para encontrar soluciones duraderas y, además, la actitud con la cual se busca afrontar la problemática desde los ámbitos público y privado.
Respecto del primer punto, más de la mitad de las aprobaciones de agroquímicos y biológicos en los últimos 18 meses corresponden a productos que tienen una vinculación con la plaga. En cuanto a lo segundo, el concepto de “conciencia comunitaria”, que acuñó Alejandro Pérez, profesor de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, pareció ir en esa línea y lo dejó en claro en varios tramos de su charla. “Todos deben estar involucrados”, dijo, y agregó: “Entre todos los productores tenemos que consensuar un proceso de toma de decisiones”.
Si bien el segundo reporte de la Red Nacional de Monitoreo de la plaga, dio cuenta de una menor presencia del insecto, en muchas zonas se está viendo maíz voluntario. “Seamos conscientes de esto”, apuntó Augusto Casmuz, experto de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, de Tucumán. “Pongamos en práctica las herramientas de manejo”, acotó.
Casmuz habló en un panel sobre “Conociendo el achaparramiento y la chicharrita”, y allí hizo una suerte de radiografía de este insecto que es monófago (se alimenta exclusivamente de maíz). Entre otros datos, explicó que la plaga adulta puede vivir sin maíz de 90 a 120 días. Los adultos infestados son más longevos y tienen más tolerancia al estrés térmico. En este marco, un relevamiento permitió detectar cómo durante junio y julio, con el frío extremo que se registró en distintas regiones, bajó la cantidad de la plaga.
Señaló que, aun en ausencia de maíz, las poblaciones de la plaga se proveyeron de refugios en cultivos invernales, cultivos de servicio y malezas. Explicó que donde no está sembrado el maíz ya está en el sistema, el insecto es altamente longevo, con un potencial de desarrollo muy importante, hasta 600 huevos por hembra.
Finalmente, asomó una pregunta inquietante y es qué relación puede haber entre los precios del maíz, las retenciones y la chicharrita. Agustín Biagioni, director de marketing global de Rizobacter, alertó que hoy “el precio de las commodities no les permite a los productores hacer la cantidad de aplicaciones necesarias en las regiones más afectadas” por la plaga. En este punto, el actual nivel de derechos de exportación del cultivo, del 12%, se torna en una carga pesada contra la inversión en aplicaciones. Porque cuando en Brasil, a igual latitud, se aplican 5 veces, aquí apenas se llega a una sola vez.