Santa Fe: cerraron 500 tambos en los ultimos 6 años

Es dato es relevamnte, porque la cuenca lechera santafesina concentra más del 25% de todo el ganado lechero de la Argentina.

Un trabajo técnico del Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe reveló que el sector lácteo santafesino enfrenta una situación crítica, con «síntomas de alerta y preocupación».

En los últimos seis años, cerraron 497 tambos en la provincia, lo que refleja una marcada tendencia decreciente en la cantidad de productores operativos. Este escenario de crisis se complementa con una caída histórica en la producción de leche cruda y un precio recibido por los productores que no alcanza a cubrir los costos operativos.

En 2018, la provincia contaba con 3.766 tambos, mientras que a junio de 2024 se registraron solo 3.269. Esta reducción se aceleró en los últimos dos años, con 217 tambos menos en comparación con 2022 y 88 menos respecto a 2023. El cierre continuo de tambos responde a múltiples factores, incluyendo las dificultades económicas, los altos costos de producción y los problemas inherentes a la distribución de la leche.

La cuenca lechera santafesina, compuesta por los departamentos Castellanos, Las Colonias, La Capital y San Martín, concentra el 25,3% de las cabezas de ganado lechero del país. A junio de 2024, estos departamentos albergaban 771.696 cabezas bovinas en unidades productivas destinadas a la lechería, lo que subraya la importancia de esta región para la producción nacional. Sin embargo, la reducción en el número de tambos amenaza con debilitar este sector clave para la economía provincial y nacional.

Niveles bajos de producción

La producción de leche cruda en Santa Fe, por su parte, también cayó a niveles históricamente bajos. Durante 2023, la provincia produjo 1.740 M de litros de leche, un 5% menos que en 2022. Esta tendencia negativa se acentuó en la primera mitad de 2024, con una caída del 19,3% en comparación con el mismo período del año anterior.

El volumen acumulado de producción entre enero y junio de 2024 fue de 648,6 M de litros, el nivel más bajo registrado para un primer semestre desde 1991.

Esta caída en la producción se debe a un contexto climático adverso, que incluyó la sequía de 2023, la cual afectó la calidad de las pasturas y, por ende, la oferta forrajera disponible para los tambos. A esto se suma un esquema de precios e insumos desfavorable que ha impactado negativamente en el desempeño productivo.

Destacadas, Ganadería

Te puede interesar:

Menú