La recuperación hídrica llegó tarde para gran parte del trigo sembrado en la región pampeana. Encima las últimas heladas resintieron aún más los cultivos. Ahora se estima una producción de 13,5 Millones de toneladas.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Malas noticias para todos, las lluvias se retrasaron más de lo conveniente y una serie de heladas fuera de tiempo resintieron los rindes del trigo en la zona pampeana. Esta situación ha determinado que estemos a las puertas de la segunda peor cosecha de los últimos 8 años.
La novedad fue informada por la Bolsa de Comercio de Rosario, quien determinó que la cosecha triguera se ajustó a la baja. Con una estimación de 13,5 Millones de toneladas, la actual campaña 2023/24 estaría por encima de ciclo pasado. Cabe destacar que la campaña anterior fue muy golpeada por la sequía y estuvo en el orden de las 11,8 Millones de toneladas. Es decir que la actual estaría apenas 1,7 Millones de toneladas arriba.
A pesar de que los agricultores hicieron todo para que el potencial triguero supere los 17 M de toneladas, guarismo que se hubiese alcanzado bajo un escenario de clima normal, la continuidad de condiciones de sequía, que se prolongó por casi 3 años y 10 meses, no permitió la recuperación del trigo. Por lo tanto, la estimación de noviembre refleja la posibilidad de obtener solo 13,5 M de toneladas en una superficie sembrada de 5,5 Millones de hectáreas.
Lo que sí hay que remarcar es que impacto no es mayor porque en la provincia de Buenos Aires el panorama es mucho mejor que el resto de las provincias, conteniendo el golpe productivo. Por el contrario, hay fuertes impactos en Santa Fe y Córdoba, y con el avance de cosecha de los primeros lotes, se confirman los bajos rindes en Chaco y Santiago del Estero.
En el este de Santa Fe hubo, para fines de mayo, muy buenos acumulados de lluvias que incentivaron la siembra (se llegó a sembrar apenas un 1% más). Sin embargo, en el total de la provincia, excepto el extremo sur, la falta de agua afectó mucho al cereal. El rinde de la provincia santafesina se ajustó de casi 29 quintales por hectárea a solo 21,7 quintales.
En Córdoba, el ajuste de rinde es significativo: pasa de 22,3 qq/ha a 18,5 quintales. En Chaco y Santiago del Estero también hay cambios: la cosecha muestra promedios provinciales en torno a solo 10 quintales por hectárea.
En el bastión triguero del sudeste de la provincia de Buenos Aires los rindes se muestran muy firmes, apuntando a un rango que va de 40 a 60 quintales. Pero los técnicos advierten por la explosividad que están mostrando las enfermedades y temen por el efecto de la roya, mientras se van haciendo tratamientos.
Por su parte en el centro y norte bonaerense hubo una recuperación pluvial, pudiendo visualizar mejores rindes. Pero, lamentablemente en el oeste bonaerense se sigue necesitando de muchos más milímetros.
A la variable lluvias, hay que agregar la aparición de heladas los días 12 de octubre y 17 y 18 del mismo mes, pero además se registraron muy bajas temperaturas los días 26 y 27 de octubre.
Estos fríos llegaron en un momento muy sensible y con fuertísimo estrés hídrico en los cultivos. Incluso, los efectos fueron muy severos en el sur de Santa Fe y Córdoba.
Lo que sí hay que decir es que hoy día hay optimismo con la provincia bonaerense, sobre todo con el centro y el SE, pero el resto genera dudas por lo posibles daños. Por ahora, el rinde para Buenos Aires se estima casi sin cambios, el cual está en unos 33,7 quintales por hectárea.
“Con un clima medianamente normal, la Argentina podría haber alcanzado las17 millones de toneladas en trigo, pero la falta de agua se extendió prácticamente hasta septiembre y buena parte de octubre. Eso explica en parte que hoy estemos con una nueva baja”, aseguró Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la entidad, y agregó: “Fue una decepción. Los productores sembraron pensando que iban a tener la posibilidad de hacerse fondos para la cosecha de diciembre y en la región núcleo sabemos que solo el 30% de la gente que sembró va a tener un beneficio económico”.
Qué pasa con la soja
Tras las últimas lluvias, se aceleraron las labores de siembra en soja, por lo que en la última semana su siembra ha tomado mayor velocidad. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, se espera que por estos días se llegue a cubrir 1,9 millones de hectáreas, un 11% de las 17,4 millones de hectáreas que se consideran como intención para el ciclo 2023/24. La superficie estimada de soja sería la más alta de los últimos 4 años. El horizonte productivo se proyecta en 50 Mt de soja contra 20 Mt de cosecha obtenida en el ciclo anterior. Esto es, dos cosechas y media más que en el malogrado ciclo pasado.