La Fundación Mediterránea evaluó el impacto negativo que podría tener la suba de las alícuotas de Derechos de Exportación (Retenciones), a los principales granos.
Según lo calculó un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, la rentabilidad del campo puede caer hasta un 74% en las zonas más desfavorables si se suben las retenciones el 1 de julio.
El informe comienza explicando que “al mes de junio un porcentaje no menor de la cosecha 2024/25 estará ya comercializada con la carga tributaria actual (como es habitual para la fecha) y sólo los granos que queden por venderse a partir de ese momento pagarán las mayores alícuotas (si resulta que se revierte la baja). Esto incide directamente sobre el resultado económico efectivo que tendrá el ciclo agrícola actual y también la potencial mayor recaudación que podría generar la reversión de la medida en el segundo semestre de este año”.
En este sentido, el reporte elaborado por Franco Artusso advierte que podría haber una merma de entre 11% y 12% en la región núcleo (equivalente a entre u$s 30 y u$s 60 por hectárea) y de entre 21% y 74% en la región extra pampeana (entre u$s 32 y u$s 43 por hectárea).
Cabe destacar, que a principios de año, el gobierno de Javier Milei anunció una reducción parcial y temporal de las alícuotas de las retenciones que gravan los productos agropecuarios y sus principales derivados agroindustriales, que regirá hasta el 30 de junio.
Esta medida fue celebrada en el sector, a pesar de su vigencia limitada hasta fines de junio, interpretándose como el inicio del proceso de quita de este gravamen que, por sus efectos distorsivos, muy pocos países lo implementan.
Inicialmente, se especulaba con que el plazo de vigencia del nuevo esquema sería extendido, dada la promesa del equipo económico de seguir reduciendo impuestos en la medida en que hubiese espacio fiscal. No obstante, el documento afirma que durante las últimas semanas el presidente ratificó el carácter temporario de la baja, expresando que las alícuotas volverán a sus niveles previos vencido el plazo señalado.
No está claro, dice el análisis del IERAL, si el pronunciamiento del presidente tiene que ver con un intento de acelerar la comercialización de granos durante los primeros meses del nuevo régimen cambiario para llegado el momento prorrogar la baja de Retenciones, o si el gobierno realmente necesita más recursos fiscales para el segundo semestre y por tanto subirá el impuesto cumpliendo con lo establecido inicialmente.
Dada la disyuntiva que se ha presentado, parece oportuno recordar que las Retenciones afectan la rentabilidad del negocio de producir granos, induciendo a las empresas agropecuarias a minimizar la incorporación de nuevas tecnologías (maquinaria, semillas, fertilizantes, etc.) y limitar la expansión de la superficie bajo explotación (se descartan aquellas zonas de rindes más bajos o inciertos).
Es decir, la inversión se reduce en un escenario con Retenciones respecto de aquella que se observaría bajo un escenario que no castiga con este impuesto a la actividad.