Alesio Quattrochi, productor de Gualeguay, Entre Ríos, pone el foco en un problema que están advirtiendo productores en otras regiones y que tiene ramificaciones, al margen de cuestiones locales vinculadas con la importación, que llegan al escenario mundial. “Si no le das urea, el maíz no te va a dar nada y urea no se consigue”, dijo el productor.
Categórico, Alesio Quattrochi, un productor de Gualeguay, Entre Ríos, pone el foco en un problema que están advirtiendo productores en otras regiones y que tiene ramificaciones, al margen de cuestiones locales vinculadas con la importación, que llegan al escenario mundial. Falta un insumo esencial para el campo, sobre todo en un momento clave para ese cereal en plena campaña agrícola. La urea, un fertilizante nitrogenado para potenciar el rendimiento de los cultivos, tiene como materia prima de su producción el gas. Sabidos son los problemas que se han desatado en Europa no solo porque Rusia, su principal proveedor, aplicó un fuerte incremento de precios, sino porque se viene dando un cambio en la matriz energética del pase de plantas, tanto en el viejo continente como en China, este último el mayor productor global del fertilizante, que usaban el carbón al gas. Se agrega más presión sobre el gas y China, por ejemplo, se encuentra con una política de cuidar para su mercado local la urea y limitarla para el exterior.
“El problema es que no hay urea en la Argentina ni en el mundo”, grafica un conocedor del mercado tras analizar las anteriores variables.
En la Argentina se consumen de urea unos 2 millones de toneladas. Exactamente, el año pasado fueron 2.074.028 toneladas, sobre un mercado total de fertilizantes que superó los 5,2 millones de toneladas. De ese volumen total de urea, 1,2/1,3 millones de toneladas fueron elaboradas por Profertil, empresa integrada en partes iguales por YPF y Nutrien y que tiene su planta en la zona de Ingeniero White.
El resto corresponde a la importación, con lo cual hay que cubrir unas 800.000 toneladas. Desde 2016 para acá, con el maíz y el trigo duplicando sus superficies de siembra, algo que ocurrió cuando el Gobierno de Mauricio Macri removió las trabas para exportar que tenían esos cultivos, el consumo de urea también prácticamente se duplicó, según cuentan en el mercado.
Así las cosas, a los problemas que llegan desde afuera, con dificultades para acceder a las compras en otros países, se suman los locales. Profertil, que según indican en la empresa vende todo lo que produce y está con abastecimiento pleno al canal comercial, no alcanza a cubrir toda la demanda resentida. Además, según contaron en otra compañía, en este caso importadora, se les está haciendo cuesta arriba traer el producto del exterior porque el Gobierno reclama stocks locales nacionalizados de hasta un monto determinado.
Panorama crítico
Mientras tanto, Quattrochi advierte: “Solo están entregando urea a quienes la tenían comprada con anterioridad. Estamos en el período crítico de necesidades del año, al menos en el maíz. La urea es esencial. Es un desastre total porque a la urea no la podemos aplicar dentro de tres meses, la tenemos que aplicar ahora”.
Agrega que si no hay maíz se produce una suerte de efecto que también puede afectar otras producciones, como la avícola, porcina, tambera y de carne vacuna. Los precios del producto, en tanto, se fueron a las nubes. “Vale arriba de 1000 dólares la tonelada cuando estaba 500 dólares hace seis meses”, detalla.
“Nosotros lo que producimos lo entregamos, no tenemos problemas de gas. Hay un cambio en la matriz de producción donde se duplicó el consumo (por el crecimiento del maíz y el trigo). Antes cubríamos el 80% del mercado y ahora el 50/60% (por el aumento de los cereales mencionados que demandaron más del fertilizante)”, dicen en Profertil, que tiene un consumo diario de gas de unos 2,5 millones de metros cúbicos, similar a una ciudad de unos 50.000 habitantes. La firma se abastece localmente de gas de las cuencas del sur de Santa Cruz, Chubut y Neuquén. Le compra a YPF y otros proveedores.
Añaden: “El problema de la importación es que no hay urea en el mundo. Hay un cambio en la matriz, con el reemplazo de carbón por gas en Europa y en China (el 50% de sus plantas estaban con carbón)”.
A todo esto se suma el incremento de los costos del gas y que China en el pase del carbón al gas produce menos urea y tiene preferencia para el consumo interno.
Expertos del sector dan cuenta de este difícil panorama para este insumo clave. “Hubo un aumento muy importante en las cotizaciones de la urea, particularmente en las últimas semanas, cuando pasó de 600 a 900 dólares la tonelada en los puertos argentinos. Cuando la mercadería se transporta hasta cada empresa agrícola, se termina con valores del orden de 1000 dólares, que es lo que cotiza el producto actualmente”, indica Matías Amorosi, analista de mercados de AZ-Group.
Amorosi agrega sobre el contexto local: “Estamos con un cepo importante a las importaciones, porque el Gobierno no quiere descuidar la salida de dólares y busca llegar a las elecciones con el tipo de cambio tranquilo. Entonces, la liberación de dólares para importar urea y otros productos está totalmente frenada”.
Según el analista, “hay algunos operadores grandes que tienen stock, pero no lo están liberando hasta no saber a qué valor se va a reposicionar y cuándo”.
“Entonces, interrumpen la comercialización o liberan partidas a cuentagotas viendo a quién y cómo se vende”, detalló.
Amorosi señaló que podría haber, no obstante, un alivio con buques con fertilizantes que estarán llegando en las próximas semanas con compras ordenadas con anterioridad. Vale recordar que, además del fertilizante, en las últimas semanas también hubo quejas por problemas para conseguir algunos herbicidas. Fuente: diario La Nación.