Los cultivos de granos finos, tanto trigo como cebada, del partido de Junín, atraviesan un momento crítico con resultados económicos dispares en función si fueron sembrados en campo propio o en campo alquilado. La mirada del Ing. Gustavo Franco.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- PARA DIARIO LA VERDAD
La falta de agua durante el ciclo productivo inicial y las fuertes heladas fueron un combo letal para estos cultivos de invierno en esta región productiva. El último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) que depende de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), destacó que este año sería récord en pérdidas. Tanto es así que actualmente en pampa húmeda, solo el 15 % conserva un estado de bueno y un 5 % muy bueno. El 80% del trigo sembrado está bajo condiciones de malo a regular.
Al mismo tiempo, explicaron que para salvar la campaña debería llover entre 20 y 60 milímetros antes de la primera quincena de octubre. En Colón el escenario es crítico: “Hay lotes muy complicados, al límite de ser secados”, dice el informe y en Gral. Pinto, “más del 60% de los trigos no lleguen a la cosecha, son lotes que no les ha llovido nada”.
También desde la entidad rosarina, explican que los lotes que esperaban un rendimiento de 6000 kilos por la inversión que se realizó, hoy esperan 2500. En la zona de Bigand, la situación es “gravísima”, donde el 80% de los cuadros están en malas condiciones. La zona de Rojas tampoco escapa a esta realidad. Allí, la última lluvia registrada data del 25 de mayo, con precipitaciones de apenas 15 a 30 milímetros. Por lo pronto se esperan rindes que, en el mejor de los casos, podrían salvar los costos.
Qué pasa en Junín
En cuanto a qué está ocurriendo con los trigos y las cebadas sembradas en partido de Junín, ayer el Ing. Agr. Gustavo Franco comentó al GRUPO LA VERDAD que la cantidad de hectáreas son igual o superior a la campaña pasada y que “esto fue motivado porque había buenos precios en función del conflicto armado en Ucrania. Esto motivó que se haya sembrado con buena tecnología, a pesar del alto precio de los fertilizantes al momento de la siembra”, explicó el profesional.
En cuanto a cómo está el estado de los cultivos al día de hoy, el Ing. Franco dijo que “si uno hace una escala, yo creo que los trigos están entre regular a malos y que va a ver pérdidas imposibles de recuperar. Ocurre que el trigo está entrando en un momento donde se define el rinde y desde que fue implantado está sufriendo un invierno con escasísimas precipitaciones. Es una lástima, porque el trigo tiene muy buen precio, pero el clima está siendo determinante”.
Otro dato que aporta Franco es que en Junín no se veía una sequía semejante desde la campaña 2008/2009, “cuando los trigos y las cebadas rindieron entre 1500 a 2000 kilos. Esa campaña fue muy fuerte la sequía, de tal forma que fue la primera vez en mi vida profesional que tuve que secar un cultivo para pasar a otro”, reveló.
Con respecto a cuál es el índice de indiferencia del trigo en esta campaña, es decir a partir de qué rinde un productor comienza a perder dinero, explicó que “en esta zona hay entre un 50 y un 60% de los campos que están alquilados, por lo tanto aquí los costos de indiferencia son mucho más altos y te diría que en estos casos debería estar en unos 2800 kilos o más por hectárea. Hay que tener en cuenta que esta no fue una siembra barata, porque la urea llegó a estar en 1500 dólares y los fosforados a 1100 dólares la tonelada. En cuanto a campo propio, yo estimo que debería estar entre 1800 y los 2000 kilos por hectárea. Por lo tanto, en campo propio se estaría saliendo hecho y en campo alquilado estaríamos a pérdida”, sentenció el conocido profesional juninense.
Otro dato que aportó Franco es que, al menos él, no se ha enterado que se haya quemado algún cultivo de trigo en Junín. Es decir que los productores aún esperan por las lluvias, pues quemar con químicos un cultivo significa abandonar la idea de continuar con el sembradío para pasar directamente a algún otro cultivo de verano.
En cuanto a qué cantidad de agua debería precipitar para cambiar la situación, el Ing. Franco dijo que “yo creo que con 30 a 40 milímetros serían suficientes para mejorar algunos trigos y para comenzar a movilizar las máquinas en función de la próxima campaña de granos gruesos”. Finalmente destacó que es muy probable, de continuar el período de sequía, que en Junín aumente la superficie sembrada con girasol y sorgo. Dos cultivos con adaptabilidad a sequía, que antes eran muy común en esta zona y que ahora están siendo nuevamente adoptados.