Advierten que aumentó 1500% la importación de carne de cerdo

Un informe reveló el «grosero salto» en las importaciones de carne de cerdo que ponen en jaque a toda la cadena de valor porcina nacional. Además, la carne de Brasil posee promotores de crecimiento.

POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD

Al doloroso e impensado récord de importaciones de carne vacuna registrado en el primer cuatrimestre de 2025, se suma ahora un «grosero salto» de 1500% en las importaciones de carne de cerdo que encendió alarmas en toda la cadena de valor porcina nacional.

El dato lo arrojó un informe de la consultora JLU, del especialista Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli, publicado en su cuenta @juanluisuccelli de la red social X, quien calificó al fenómeno como una «grosera» importación. Es que el salto fue impresionante: se multiplicaron por 14 en solo un año.

«En mayo, las importaciones argentinas de carne de cerdo alcanzaron las 5.309 toneladas, lo que representa un aumento interanual del 1.500%», advierte el informe y agrega que el fenómeno no es aislado: «En los primeros cinco meses del año, las importaciones de carne porcina totalizaron 24.303 toneladas, marcando un crecimiento del 520% en comparación con el mismo período del año anterior. Este volumen supera ampliamente las importaciones totales registradas durante todo 2024, lo que evidencia que la carne extranjera está comenzando a ocupar un lugar cada vez más significativo en el mercado argentino», explica Uccelli.

Según la comparación interanual, el ingreso de carne porcina durante ese mes fue 14 veces mayor que en mayo de 2024. Una situación que genera un fuerte desequilibrio en el mercado local, ya que la producción nacional no puede competir con los precios de países como Brasil o varias naciones europeas, que se ven favorecidos por el atraso cambiario en Argentina.

«Mientras tanto nos siguen diciendo que debemos ser competitivos y que los problemas son de los que producen», denuncia Uccelli en el informe. “Ya estamos en la etapa que vulgarmente en el sector se conoce como ‘puré de carne’ por la exagerada oferta que hay, ante una demanda que está complicada en su poder adquisitivo”, declara Uccelli.

Caída en las exportaciones

Más preocupante se torna el asunto para la ganadería porcina si suma la caída en las exportaciones, que se redujeron en mayo a 825 toneladas, una caída interanual del 24%.

En los primeros cinco meses del año, las exportaciones alcanzaron 4.433 toneladas, apenas un 11% más que en igual período de 2024. Sin embargo, este crecimiento se da en un contexto poco favorable. Según explica uno de los exportadores consultados por la JLU, «hoy se pierde bastante dinero al exportar», debido al aumento de costos y a la fuerte competencia en los mercados internacionales. La reducción de los volúmenes exportados, entonces, no es casualidad: es consecuencia directa de un mercado que deja de ser rentable. Y finalmente un dato, hoy sobra carne de cerdo a muy buen precio en el mercado interno, por lo que es absolutamente innecesaria la importación.

Concluye el informe con el triste panorama de una producción nacional que pierde terreno ante políticas que no logran proteger ni incentivar una actividad estratégica para el país, y el riesgo de que si esta tendencia continúa, Argentina podría ver comprometida la sostenibilidad de uno de los sectores más dinámicos de su agroindustria.

Reclaman prohibición

El pasado viernes se conoció la postura de Daniel Fenoglio, presidente de la Federación Porcina Argentina, quien advirtió que Brasil envía cortes de cerdos que no podría exportar a otros destinos por contener aditivos no permitidos.

En este sentido, reclamó frenar el ingreso de carne de cerdo con ractopamina y advirtió sobre una competencia desleal. Esto ocurrió durante una conferencia organizada por la Mesa de las Carnes, donde se analizó la situación actual del sector. Allí Daniel Fenoglio, pidió que se prohíba de manera definitiva el ingreso de carne porcina con ractopamina, un aditivo prohibido en más de 160 países, pero aún permitido en las importaciones del producto que llega a la Argentina. No implica riesgos para la salud humana, pero abarata costos de producción y competencia desleal.

La ractopamina es un promotor de crecimiento que permite obtener más carne magra en menos tiempo. El dirigente explicó que su uso está prohibido en la producción local desde 2006 y vetado en gran parte del mundo, incluidos mercados clave como la Unión Europea, China y Rusia. Sin embargo, aseguró que sigue siendo autorizada por la normativa argentina para productos importados.

Según detalló el dirigente, Brasil exporta carne porcina sin ractopamina a los países que la prohíben, pero sí la utiliza para enviar cortes a la Argentina y Uruguay, generando una “competencia desleal” al abaratar costos. “Nos parece que, en un mundo que va hacia un menor consumo de promotores, hacia una carne más natural, no tiene sentido permitirla”, afirmó.

Finalmente, destacar que no se entiende las razones por las cuales se permite la importación de cortes congelados de cerdos. Pero esto nos sirve para sugerir no comprar carne de cerdo congelada importada y si recomendar la carne de cerdo de las carnicerías locales que son seguras, económicas y mucho más sabrosas.

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