Luego de las lluvias de fines de enero, algunas regiones de la zona núcleo no volvieron a registrar precipitaciones, en este marco alertan que podría ocurrir otra sequía histórica. La soja de segunda ingresó en una etapa clave.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO-
De repente se encendieron las alarmas. La soja, que acaba de ingresar en un momento crítico para la definición de su rinde, se encuentra con un escenario hídrico que preocupa a productores y pone incertidumbre en una campaña agrícola desconcertante.
En este marco, el Ing. Agr. Gustavo Ferraris, del INTA Pergamino, advirtió que el pronóstico para los próximos días podría afectar el rinde, sobre todo el de la oleaginosa. «Si superponemos el estado hídrico actual de los suelos con pronóstico hasta el 10 de marzo nos devuelve la imagen de otra sequía histórica, la quinta en el último medio siglo. Los cultivos aún conservan un estado aceptable, pero sin agua para el llenado», publicó en su cuenta de Twitter. Las sequías a las que hace referencia son las de las siguientes campañas: 1988/89, 1998/99, 2008/09 y 2011/12.
«Sólo los que estamos día a día recorriendo percibimos la perspectiva temible que enfrentamos. Ojalá no se cumpla el pronóstico, sería un desastre productivo y económico», agrega preocupado el conocido profesional. Cabe señalar que la zona que habla es en los departamentos Constitución y General López, en el sur de Santa Fe. Y en la provincia de Buenos Aires, de la ruta 7 al norte (General Arenales, Rojas, Salto, Pergamino, Arrecifes) y las localidades de la ruta 9 (San Nicolás, Ramallo, Baradero).
De igual manera, Ferraris agrega que con una lluvia de 30 a 50 mm podría cambiar totalmente la situación. El hecho es que actualmente los suelos en la zona a la que refiere están casi sin reservas y con un pronóstico a 15 días que no muestra grandes soluciones, en la etapa más importante de la soja. Por otro lado, los maíces lograrían encontrar un piso de rendimiento.
El Ing. Ferraris recuerda que en años de sequías históricas llovió algo para febrero, pero ahora hay lugares que, si se cumple el pronóstico, podrían terminar el mes con cero milímetros (0mm), acumulado. Bajo este escenario, ve un maíz temprano de entre 8 y 10 mil kilos por hectárea, pero una soja de segunda casi sin agua para llenar de granos las chauchas.
De todas formas la paradoja es: «Estamos a una lluvia de tener rindes buenos. Si no llueve más de acá a esta cosecha podemos tener entre 1000 y 3000 kilos en soja de primera. Y de 0 a 1000 kilos en soja de segunda». Para contextualizar, en la campaña actual se llegó muy mal en cuanto a napa: «Llegamos con lo justo en cuanto a agua. Desde el fin de la campaña pasada hasta hoy».
Humedad deficitaria
Por su parte la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) señaló hoy que, en la zona núcleo pampeana, la estimación realizada indica que las reservas pasaron de niveles adecuados-regulares a niveles de humedad escasos-deficitarios. La mayor parte del área clasificada con déficit hídrico para soja de primera se ubica en la provincia de Buenos Aires y áreas limítrofes de La Pampa.
Además, se ve aumentada la cantidad de localidades de seguimiento clasificadas con riesgo muy alto o extremo de déficit hídrico en la región pampeana, concentradas en la provincia de Buenos Aires y sur de Entre Ríos. También en Cuyo se obtuvieron puntos con riesgo muy alto o extremo. En el NEA la situación es muy variable. En el NOA y centro del país predominan los puntos con riesgo bajo.
Estado actual de la soja
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que esto generó que la condición regular y mala de la soja de primera suba al 30 %. Por otra parte, los pronósticos no son alentadores y en los próximos 10 días no habría lluvias. El informe de la Guía Estratégica para el Agro destacó que en febrero solo llovió el 23 % de lo histórico para este mes. Hasta el momento se dieron acumulados de 25 milímetros y los mayores acumulados se registraron en el oeste cordobés y noreste bonaerense.
Los datos aportados por la Bolsa de Comercio de Rosario remarcaron que se pueden generar importantes pérdidas en la soja. Se estima que el rendimiento puede bajar hasta 10 quintales. En este sentido, los técnicos destacaron que si no llueve en 20 días va a terminar en un 80% del rinde esperado.