El Gobierno de Brasil aprobó para la venta como harina el trigo transgénico tolerante a sequía y glufosinato de nombre HB4, desarrollado por la firma argentina Bioceres. Es un avance introducido a partir de un gen del girasol.
Así lo informó la agencia Reuters y fuentes del Ministerio de Agricultura que conduce Julián Domínguez.
Bioceres había obtenido el año pasado una aprobación condicional en la Argentina a la espera de una autorización por parte de Brasil, el mayor comprador individual del cereal. El vecino país se lleva el 45% del trigo exportado por la Argentina.
En los últimos meses, compradores de Brasil, como molinos y un sector de la industria alimenticia, habían manifestado sus reparos a una eventual aprobación. No obstante, el gobierno brasileño dio luz verde. También hubo objeciones en la cadena comercial argentina ante un temor a cómo podrían reaccionar los mercados externos. En rigor, algunos molinos y exportadores comenzaron a poner requisitos para la compra del cereal de la nueva cosecha con el fin de evitar cualquier contaminación del trigo convencional con el transgénico.
“Representa un salto en la biotecnología, es un hecho auspicio”, señalaron fuentes del Ministerio de Agricultura. Domínguez había promovido en su anterior gestión en Agricultura a este cereal transgénico. En este marco, ahora también de regreso como ministro le siguió dando un fuerte impulso a este desarrollo para que se llegue a lo hoy logrado.
En Agricultura destacan que ante condiciones de estrés hídrico en zonas afectadas podría subir 20 a 25% los rindes. En este contexto, en la cartera agrícola destacaron también que este trigo va en línea de atender el cambio climático, con eventos cada vez más extremos.
Desarrollo
Según explicaron desde la empresa desarrolladora, “el trigo HB4 es un desarrollo 100% argentino, producto de la colaboración público-privada de más de 18 años entre Bioceres y el grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (Conicet-UNL), liderado por la Dra. Raquel Chan, responsable de la investigación que da lugar al desarrollo”.
“La ciencia argentina sigue produciendo impacto”, agregaron. Detallaron que “las variedades de trigo HB4 tienen incorporado un gen del girasol que incrementa la tolerancia a condiciones de sequía, reduciendo las pérdidas de rendimiento frente al déficit hídrico”.
En las últimas dos campañas agrícolas, el cereal transgénico fue producido mediante un programa de identidad confinada, con vinculación de la empresa con productores. Es un sistema cerrado para garantizar trazabilidad. Nunca se comercializó “y por el momento tampoco lo será”, según indicó una fuente de la firma que señaló que “el programa sigue protocolos muy estrictos para garantizar la trazabilidad”. Se hicieron 6000 hectáreas el ciclo agrícola pasado y ahora este trigo se encuentra en 55.000 hectáreas.
Como se mencionó, el cereal transgénico generó controversia en la cadena comercial argentina atenta a las reacciones de los mercados externos. Consultado, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), dijo tras la aprobación en Brasil: “La aprobación en Brasil es un reconocimiento al desarrollo tecnológico de Bioceres. Sólo aprueba harina de trigo por lo que el grano de trigo desde la Argentina no está incluido. Mantendremos todos los sistemas de testeo y control previstos para brindar tranquilidad a todos los compradores de trigo argentino”.