Las pérdidas registradas en el bimestre mayo-junio ascendieron entre $ 177 y $ 251 por kilo de animal producido y se posicionaron como los peores registros de los últimos 8 años para la actividad.
El margen neto de explotación (ingresos menos todos los gastos) de granjas dedicadas a la producción intensiva de cerdos cayó fuerte durante lo que va del 2024. Granjas de eficiencia media anotaron solo 2 meses con números positivos (enero-febrero) y en 4 no cubrieron los costos (marzo a junio).
Las pérdidas de mayo-junio oscilaron entre $ 177 y $ 251 por kilo de animal producido y se posicionaron como los peores registros de los últimos 8 años para la actividad.
El informe, elaborado por Franco Artusso y Martina Abduca, puntualiza que entre diciembre 2023 y junio 2024 el precio del capón cayó prácticamente sin escalas un 55% en términos reales, quedando en su valor más bajo de los últimos 8 años en este último mes y provocando que los ingresos de las granjas retrocedan 14% interanual durante el primer semestre del año.
Una mayor distancia entre la granja y los puertos reduce el costo de las materias primas (maíz y harina / expeller de soja) en una magnitud equivalente al costo de transporte. Permaneciendo todas las demás variables constantes, una localización más ventajosa podría generar importantes diferencias en el margen final, señala el informe de la Fundación Mediterránea.
Del informe se desprende que, para la misma eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento, hay una diferencia del 4,5% por kilo producido ($ 63) entre el costo de una granja que paga por las materias primas precios Rosario “descontados” por tarifas de fletes de una distancia de entre 400-500 km (sur o norte de Córdoba) y otra que paga precios “llenos” (Rosario), para similar eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento.
El análisis de la Fundación Mediterránea toma en consideración los precios promedio de maíz y soja en la Bolsa de Comercio de Rosario para junio de 2024, que fueron de $ 162,8 mil y $ 286,7 mil/tonelada.
Por su parte, las granjas que pagaron un 10% por debajo de los precios de CAC tuvieron costos medios a $ 1.337 por kilo pero aun así perdieron $ 262/kilo producido, concluye el informe.
Al margen del análisis económico de lo que le sucede al productor de cerdo, el verdadero responsable de esta caída es “el bolsillo” de los consumidores. El mercado interno que está gravemente deteriorado por una caída en general del mercado de las carnes. “No hay plata en la calle”, y dentro de esta realidad, la carne de cerdo sufre doblemente este proceso, ya que aún no existe un hábito masivo de su consumo entre la población.
Las estadísticas cuentan que entre 2012 y el año en curso la carne de cerdo se fue alejando de los valores del bovino para acercarse al pollo. A decir de los productores que la generan, terminó convirtiéndose en una opción barata en un país empobrecido.
Lo cierto es que, por ahora la solución no parece estar a la vista. Habrá que cruzar los dedos y pedir que las cosas cambien lo más rápidamente posible.
