El INTA Pergamino planteó estrategias para recuperar la oferta forrajera

Productores se enfrentan a la degradación de suelos, pérdida de plantas y baja producción de materia seca. En Pergamino brindaron recomendaciones para enfrentar estos desafíos y garantizar la alimentación del ganado.

POR REDACCION GRUPO LA VERDAD

El cambio climático ha traído graves consecuencias para la ganadería en el norte de Buenos Aires. La sequía prolongada impactó en los principales cultivos y ha dejado a su paso una escasez alarmante de forraje para el ganado. El Grupo de Bovinos de la estación Experimental Agropecuaria Pergamino del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) elaboró un informe detallando la situación actual y dio pautas para enfrentar esta problemática.

La degradación de los suelos es uno de los principales efectos de la sequía. La falta de humedad ha provocado la pérdida de plantas y una disminución drástica en la producción de materia seca.

Además, el sobre pastoreo ha agravado aún más la situación, ya que los ganaderos tuvieron que hacer frente a la necesidad de obtener forraje para sus animales.

La situación en los rodeos

Los rodeos también sufrieron las consecuencias de la sequía. Las bajas ganancias de peso y los bajos índices reproductivos han llevado a muchos productores a tomar medidas drásticas, como la liquidación de animales y el achicamiento de los planteles, para adaptarse a la capacidad de carga de sus campos.

La siembra de verdeos de invierno ha sido otro desafío para los ganaderos. La falta de humedad en el suelo ha retrasado la siembra y ha dificultado su establecimiento. Sin embargo, a medida que se han registrado precipitaciones, se ha ido restableciendo gradualmente la siembra de los verdeos.

Para incrementar la oferta forrajera y reducir la necesidad de incorporar rollos y fardos, se recomendó recurrir a la fertilización nitrogenada. Los productores pueden fertilizar los verdeos anuales y las pasturas de gramíneas perennes en momentos específicos del ciclo de vida de las plantas. Sin embargo, es importante contar con condiciones de humedad favorables y ajustar la carga animal para aprovechar el incremento de forraje.

Por último, desde el INTA destacaron que un aspecto crucial a tener en cuenta es la acumulación de nitratos en los forrajes, lo cual puede resultar tóxico para el ganado. Se recomendó realizar un monitoreo constante de los forrajes y estar atentos a cualquier signo de toxicidad, como una coloración verde azulada en las plantas. Además, se sugirió realizar pastoreos más livianos y evitar consumir la parte inferior de las plantas, especialmente en etapas más avanzadas del ciclo de vida de la pastura.

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