Incertidumbre en el campo por las precipitaciones que dejó Santa Rosa

La denominada tormenta de Santa Rosa del pasado sábado 30 y domingo 1 de septiembre, rompió marcas históricas y hay incertidumbre en el agro sobre la magnitud del impacto.

El agro del sur santafecino, y de gran parte de la zona agrícola núcleo que también integran el sudeste cordobés y el norte bonaerense, inició septiembre con un cuadro de situación impensado. Las lluvias del último fin de semana, que se acercaron en algunos lugares a los 300 milímetros (incluso por encima, como los 329,5 mm en Cruz Alta, Córdoba), podrían impactar de manera considerable sobre la campaña de trigo, por los anegamientos, y retrasar la siembra de maíz.

Hasta el momento, venía consolidándose como una de las más importantes de las últimas dos décadas, según los expertos. En el sector por el momento, dijeron, no es posible realizar una proyección de hectáreas afectadas. En el 90% de la región núcleo se superaron los 100 milímetros, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

También condicionará la siembra de maíz temprano, en algunas jurisdicciones donde a mitad de la semana pasada ya se había iniciado, pero más aún en el extremo sur, en la franja que va desde la laguna de Melincué hasta el límite con la provincia de Córdoba, donde existen caminos rurales interrumpidos por el paso del agua acumulada y donde –se estima- faltará piso para recorrer los accesos y trabajar los lotes.

“Se nos pasó de rosca [por las precipitaciones]. Veníamos contentos, habíamos recuperado los perfiles y ahora toda la región núcleo está saturada. Seguramente será el invierno más lluvioso y estemos superando el 2015 o incluso ya empezamos a ver que puede ser peor que 1985. La situación es muy compleja; lo que escuchábamos la semana pasada en el centro de Buenos Aires, que no entraba más un milímetro, ahora se traslada también acá en la región núcleo”, dijo Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio rosarina.

Según Russo, el panorama que se dio con las precipitaciones es “muy extraño”. Agregó: “Estamos viendo un escenario de neutralidad y un Atlántico muy caliente, una circulación norte-noroeste que le está ganando a la circulación fría”. Recordó que los últimos años hubo una primavera fría y que ahora, de cara a ese momento, “se dio vuelta todo de una manera realmente muy extraña”.

Russo indicó que hay que esperar cómo baja el agua porque hay lugares, como en Córdoba, donde se están registrando buenos drenajes. Señaló que no hay posibilidades de hoy establecer un nivel de hectáreas afectadas.

“Los registros pluviométricos recopilados desde la BCR muestran valores elevados: 260 milímetros en María Teresa, 240 en Bell Ville, 214 en Godeken, 200 en Monte Buey, 160 en Pergamino, 140 en Noetinger, 130 en Rufino y 120 en Rosario. En la mayor parte del sudeste de Córdoba se midieron entre 80 y 200 milímetros, mientras que en el 90% de la región núcleo se superaron los 100 milímetros”, dijo un informe de la Bolsa rosarina.

La entidad agregó: “Las lluvias también modificaron las perspectivas de la campaña. Desde la Bolsa de Comercio de Rosario destacaron que el trigo, que hasta la semana pasada presentaba una condición favorable, ahora enfrenta riesgos en zonas bajas y posibles complicaciones sanitarias. En paralelo, la siembra de maíz temprano deberá esperar, dado que numerosos lotes ya habían sido fertilizados y parte de esos nutrientes podrían perderse».

En un informe sobre el fenómeno del fin de semana, el Instituto de Clima y Agua del INTA señaló que “en la región pampeana se observan acumulados puntuales que superan los 60 mm durante el evento y puntualmente los 100 mm”.

En la zona cercana a Elortondo y Hughes, departamento General López, “las lluvias, a partir del sábado a la mañana y hasta el domingo a la tarde, son consideradas históricas”, aseguran productores de la zona. Según registros de archivo, en enero hubo poco milimetraje, pero desde el 2 de febrero a la fecha, es decir siete meses, cayeron 1200 milímetros. Desde 1982, aproximadamente, no tenemos estos números que referencien lluvias de intensidad”, agregan.

Productores indican que, “por ahora, podemos estimar que los daños en el trigo afectan alrededor de un 30% de lo sembrado. La evaluación final de ese daño dependerá del tiempo que permanezcan los campos inundados. Si la napa (freática) queda alta o los campos con agua, la raíz no podrá airearse y entonces se confirmaría ese porcentaje de pérdidas”, subrayan.

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