Jabalíes invaden los campos del norte bonaerense

Preocupa la expansión de esta especie exótica que no tiene depredadores naturales a nivel nacional. Verdadera plaga en muchas regiones es transmisor de enfermedades y provoca serios daños a los ecosistemas, además de perjudicar las actividades agropecuarias.

Entre las localidades de Ireneo Portela (Baradero) y Capitán Sarmiento (ciudad cabecera del partido homónimo) comienzan a verse ejemplares de jabalíes, así lo informó el medio local de Capitán Sarmiento CSHoy24!

Para los productores agropecuarios el jabalí es plaga porque causa estragos en los campos. La especie fue introducida a la Argentina, desde Europa, entre 1904 y 1906, junto con el ciervo colorado por Pedro Luro (1861- 1927) para su coto privado de caza en el sur de Santa Rosa (La Pampa).

Con el paso de los años se convirtieron en animales silvestres y el apareamiento con los chanchos hizo que se volvieran cimarrones. En su expansión las piaras, que pueden llegar a alcanzar los 200 ejemplares (el promedio está establecido entre los 5 y los 30 ejemplares), rompen alambrados y atacan al ganado, pero el daño mayor lo hacen sobre los campos sembrados con maíz.

El jabalí europeo es un animal que pesa entre 40 y 90 kilos, aunque puede alcanzar los 150 kg y, excepcionalmente, los 180. La media de vida en estado salvaje está establecida en los 13 años y en cautiverio hasta 20. El color del pelaje varía desde el grisáceo hasta el rojizo, tendiente a volverse más oscuro hacia las extremidades. Las crías tienen unas líneas blancas en el lomo que les sirven para camuflarse. Los machos tienen característicos colmillos codiciados como trofeo de caza.

En los últimos años la situación de los jabalíes en la Argentina y en países europeos, como Italia o España, se volvió crítica debido a la capacidad de adaptación de la especie, que incluye el poder recorrer grandes distancias de entre 4 a 400 kilómetros, promedio, en busca de comida. Tienen un desarrollo temprano de la madurez sexual, gestación corta (115 a 118 días) y 4 a 5 crías por camada en una o dos pariciones por año.

Debido a los efectos negativos que produce sobre los ecosistemas naturales, los científicos consideran a la especie como una amenaza para la biodiversidad. Es portadora de enfermedades como la brucelosis porcina, la peste porcina clásica y la peste porcina africana, la tuberculosis o la triquinosis.

En la Argentina el jabalí europeo se encuentra en 11 Parques Nacionales desde donde se expande a un ritmo alarmante. A mediados de 2020, por ejemplo, el equipo del área de Conservación del Parque Nacional Lanín, en Neuquén, estableció que la distribución de estos animales aumentó más del 30% en el área protegida desde 1985. En el mismo año un estudio que llevó adelante el Centro de Ecología Aplicada de Neuquén (CEAN), el CONICET y el Parque Nacional Lanín, determinó que los suidos en un período de 10 años avanzaron hacia el este y noroeste de la provincia patagónica, ocupando 2.316 km2.

Otra provincia que está sufriendo en su ecosistema graves consecuencias por la presencia de jabalíes es Córdoba, en la zona Suroeste, con el acento puesto en el Corredor Biogeográfico del Calden (Departamento Gral. Roca). Allí el sotobosque está literalmente desapareciendo producto de la voracidad de la especie que crece sin la amenaza de depredador natural alguno. La erosión mecánica proveniente de la acción de los hocicos y de las patas sobre el terreno es altamente destructiva.

La caza deportiva es el recurso más antiguo y efectivo para el control de las plagas animales, pero la práctica de esta actividad se encuentra en franco retroceso debido a los cuestionamientos por parte de organizaciones conservacionistas y la recepción positiva que encuentran sus argumentos en el plano jurídico y político. Es el caso por estas horas de lo que sucede en Río Negro y La Pampa donde hay un debate abierto alrededor de la prohibición de la cacería con jauría.

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