Mientras los productores juninenses se preparan para la siembra de trigo, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), acaba de anunciar lluvias hasta el próximo domingo 28 de mayo. De a poco se va mejorando la humedad en los campos.
Las últimas lluvias en Junín, que aportaron en promedio unos 30 mm, han traído recuperación de la humedad en los suelos de los campos. Esto trae aparejado la esperanza de poder sembrar trigo luego de una campaña de granos gruesos para el olvido.
Las precipitaciones tan esperadas podrían terminar con la sequía histórica que dejó un gran déficit hídrico para la nueva campaña de granos finos.
En este marco, y según explican técnicos locales, el suelo tiene capacidad para almacenar en sus poros unos 300 mm de agua hasta los 2 metros de profundidad. Esto es muy importante, porque como el trigo se siembra en una estación naturalmente seca, todo el aporte de agua que está sucediendo por estos días es muy bienvenida, habida cuenta que la temporada invernal suele tener escasas precipitaciones.
Desde ya que, como se ha dicho aquí incansablemente, todo indica que en primavera sí se va a revertir la situación y con grandes lluvias. Pero por lo pronto hace falta agua para sembrar.
El dato
En su último informe, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) proyecta que al menos hasta el próximo 28 de mayo continuarán las precipitaciones abundantes en la zona del Litoral y en el resto de la región pampeana seguirán los aportes leves a moderados.
Por caso, como se ve en la foto, la zona de Junín podría ser beneficiada con más lluvias, las cuales estarán entre los 20 y los 30 milímetros. Esta posibilidad provocaría que una gran cantidad de productores de Junín puedan salir rápido a sembrar los primeros trigos de ciclo largo.
En tanto, casi la totalidad de la provincia de La Pampa y el extremo sur oeste de Córdoba ya no tienen oportunidad de recibir lluvias suficientes para poder encarar los cultivos de granos finos con un margen mínimo de seguridad, lo que implica que pasarán a barbecho o cultivos de servicio con miras a planificar la próxima campaña de granos gruesos.
En este sentido, el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó que este año podrían llegar a sembrarse 6,3 millones de hectáreas de trigo (+3% que en 2022) y 1,3 millones de hectáreas de cebada, una cifra similar a la implantada el año pasado. Lo que hace que, en condiciones climáticas normales, la proyección de cosecha con esa superficie ascendería a 18 millones de toneladas para el trigo y 5 millones para la cebada.
La necesidad imperiosa de recomponer ingresos, luego de una campaña completa en la que la totalidad de los productores agrícolas terminaron con grandes pérdidas económicas, hacen que tanto el trigo como la cebada tomen mayor importancia.