LA HISTORIA DE JEROME CASE (Capítulo 9)

Jerome Case, un par de anécdotas imperdibles y la historia del caballo Jay Eye See.

POR: José Luis Amado -Periodista Agropecuario e Investigador-

Hay que decir que, durante los años en que Jerome Case se desempeñó dirigiendo su empresa, lo hizo con gran modestia y honestidad. Es que la industria de equipos agrícolas estaba plagada de ejemplos de infracción de patentes, y los casos judiciales de la época reflejan muchas demandas resultantes. El hecho de que Jerome Case no haya sido acusado en tales demandas atestigua su carácter y honestidad intelectual.

Una de las particularidades del gran empresario de Racing, Wisconsin, era que respetaba la palabra dada. Hay que decir que en aquellos años era muy común que los fabricantes de equipos agrícolas vendieran sus máquinas a través de agentes, principalmente mediante un plan de pago. Indican algunos registros históricos que muchos fabricantes hacían reclamos exagerados por el atraso en el pago de sus máquinas, por lo que en consecuencia más de un comprador se negó a pagar alegando fraude por parte del constructor, aunque esto no ocurría con Jerome Case. Otro ejemplo de la integridad de Case es que se han encontrado muy pocos registros de demandas que afirmasen que sus máquinas eran defectuosas.

Existe una anécdota que pinta a Jerome Case de modo perfecto. Esta tiene que ver con un conflicto con un cliente el cual fue manejado personalmente por el fabricante. La anécdota indica que un hombre de la región de Marion, Indiana, se negó a pagar una trilladora. El hombre de Indiana afirmaba que la máquina no podía trillar más de 30 bushels (800 kilos) por día y acusó a Case como un «¡un farsante yanqui!». La cuestión es que el propio Jerome Case fue en persona a Marion acompañado por un grupo de hombres de la empresa a fin de revisar esa máquina. Al mediodía, Case puso en funcionamiento la trilladora y, en seis horas trilló 177 fanegas de trigo (7,6 TN), mucho más de lo que había dicho el productor en un día entero. Finalmente, el granjero pagó por la trilladora.

Otra anécdota: Un día del año 1884, Jerome demostró nuevamente su compromiso con sus clientes. Un agricultor de Minnesota compró una máquina de vapor y una trilladora Case. La máquina trilladora no limpiaba bien los granos, incluso después de que el trillador le realizó una serie de ajustes. El granjero volvió al agente de ventas de Case que, después de intentar y no poder arreglar la máquina, llamó a la oficina central de la empresa. Uno de los mecánicos más experimentado fue enviado desde Racine hasta Minnesota. Al no poder hacer que la trilladora funcione correctamente, también se comunicó con la casa central y solicitó una nueva máquina o un reembolso para el agricultor.

Cuentan que eso fue demasiado para Jerome Case, quien se subió al siguiente tren y llegó a mediodía al lugar donde estaba la trilladora. Trabajó toda la tarde y la trilladora todavía no funcionaba bien, así que esa noche Case le pidió al granjero una lata de querosene. El hombre trajo el querosene y Case, sin decir una palabra, roció la máquina que estaba construida mayoritariamente en madera y la prendió fuego. Mientras la máquina ardía, Case se puso el abrigo y el sombrero y abordó un tren para Racine, donde arregló la entrega de una nueva trilladora para ese agricultor.

La historia de Jay Eye See
Las herramientas y máquinas para agricultores no fueron lo único que le interesaba a Jerome Increase Case. Al prominente fabricante también le gustaba la política, de hecho, fue alcalde de Racing y más tarde senador del Estado de Wisconsin e incluso fue presidente de un banco de Racing.

Pero Case también tenía gusto por los animales, más puntualmente por los caballos de competición. Tal es así que fue dueño del famoso Jay Eye See.


Foto real de Jay Eye See que data del año 1906.

Corría el año 1870 cuando Jerome Case se interesó en las carreras de caballos. A tal fin compró una granja de 200 acres (81 hectáreas) al sur de la ciudad de Racine, donde hoy se encuentra el Jerome Park (hoy es un barrio producto de un loteo en 1947 y que se encuentra a las afueras de Racine, incluso su principal calle es la Av. Jay Eye See). Precisamente en ese lugar Case tuvo su granja de caballos de nombre Hickory Grove.

El nombre Jay Eye See, proviene de cómo suenan en inglés las letras JIC que son las iniciales de “Jerome Increase Case”. Este caballo fue comprado por Case junto a otros animales por la suma de 500 dólares. Cuando ese lote fue llevado a Racine, este animal fue separado de la tropa por destacarse sobre los demás. En ese momento fue Edwin Bither, entrenador de la granja de Case, quien vio en aquel caballo particularidades en su trote. Poco a poco Jay Eye See, se convirtió en un verdadero ganador de carreras, tal es así que en 1884 rompió el récord mundial de trote marcando 2,10 minutos la milla.

Por aquellos años Currier & Ives, muy famosos por sus litografías (fotos pintadas), inmortalizaron el caballo de Case en una impresión donde se lo ve trotando. Esa imagen del caballo fue utilizada para publicitar distintos productos de la compañía Case durante años.

Dicen que a Case le ofrecieron 50.000 dólares por su caballo, pero que ni siquiera consideró la oferta. En cambio, lo que sí hizo Case fue desafiar al mundo por 10.000 dólares a que ningún caballo podría vencer a su famoso Jay Eye See. Evidentemente nadie se presentó, pues no hay registro de ningún tomador de ese desafío.


Litografía original que recrea la competencia de Fleetwood donde se desafiaron Jay Eye See (caballo negro) y otro caballo muy famoso de nombre San Julián.

Después de la muerte de Jerome I. Case, su hijo Jackson Case cambió de categoría a Jay Eye See por el de Marcha (se combinan, paso, trote y galope). En la pista de Kite en Independence, Iowa, recorrió la milla en tiempo récord. Este nuevo récord mundial, combinado con su récord de trote, trasformó a Jay Eye See como el campeón mundial de todos los tiempos con doble anotación.

Después de ganar muchas otras carreras, el caballo resultó herido y fue retirado de las competencias en agosto de 1889. Dicen que cuando este caballo fue retirado de las pistas, la gente de todo el país se detenía en la granja de Hickory Grove para verlo.


Otra foto original de Jay Eye See en 1906 con 28 años de edad.

En 1909, el pequeño caballo negro que asombró al mundo de las carreras de caballos murió a la edad de 31 años. Fue enterrado, en una parcela tipo parque, frente a una de las plantas industriales de Case.

Como dato final podemos decir que Jerome Case no solo había bautizado con sus iniciales a un caballo, también utilizó ese nombre para dos potentes lanchas rápidas que había construido e incluso le puso Jay Eye See a un automóvil de competición. Pero esta es otra historia.


J. I. Case Plow Works fue una de las empresas que fundó nuestro protagonista y en el antiguo logo se puede ver el caballo como parte de la pieza publicitaria.

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Jerome Case

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