LA HISTORIA DE JEROME CASE (Capítulo 5)

La historia de David Pryce Davies dentro de CASE

POR: José Luis Amado -Periodista Agropecuario e Investigador-

En este capítulo de la historia, tranquilamente se lo que se podría titular: “El principio del fin para los motores a vapor”. Lo primero que hay que decir es que esto no ocurrió de un día para el otro, sino que tomó muchas décadas, pero que fue inexorable y que cambió hasta el día de hoy la historia de la mecanización agrícola mundial. Más puntualmente lo que tiene que ver con la motorización de los tractores.

Lo primero que hay que decir es que lo motores a vapor utilizados en la agricultura, cayeron en desgracia por dos principales razones: por la ineludible modernidad que busca siempre facilitar las tareas y porque comenzó a escasear la madera y esto elevó el costo del carbón necesario para hacer funcionar las calderas.

La historia del tractor, más o menos como se lo conoce hoy día, comenzó a fines de la década de 1880, cuando los motores de gasolina proporcionaron una alternativa al vapor, que había impulsado la revolución de la agricultura energética durante casi 100 años.

Todo fue a causa de un hecho fortuito, pues a fines del siglo XIX, en los Estados Unidos, se dio una situación que revolucionó la industria de los motores. Esto ocurrió cuando expiró la patente de Otto Co., sobre los motores de combustión interna y como resultado de esto muchos inventores y mecánicos comenzaron a experimentar con motores de combustión interna (Ciclo Otto, inventado por Nicolaus Otto) que funcionaban a gasolina.

Por esos años, prácticamente todos los fabricantes de máquinas trilladoras habían desarrollado y vendían con éxito motores de tracción a vapor y tenían poco interés en las nuevas tecnologías. Entre estos fabricantes estaba CASE, una empresa que construía no solo trilladoras estacionarias, sino también motores a vapor del tipo estacionarios y autopropulsados.

La penetración de los motores a vapor era muy alta y eran tan demandados por los agricultores que hacía imposible que aparezcan otro tipo de tecnología. Incluso muchos trilladores creían que el motor a vapor era el único con el que podían trillar y se burlaban de la idea de que los motores a gasolina fueran tan buenos.

Este pensamiento estaba generalizado, aunque las máquinas de vapor ya esbozaban muchas desventajas. En la mayoría de las áreas agrícolas americanas, la madera para combustible era escasa y el carbón era caro. Incluso se necesitaba un hombre adicional para su manejo y hasta un carro de agua para transportar los 20 barriles de agua que usaba el motor todos los días. Es más, existían lugares donde el agua era muy escasa por lo que retrasaba enormemente las tareas. Otro de los problemas de estos motores a vapor era que necesitaban una media hora o más para obtener vapor por la mañana, las chimeneas se obstruían, las rejillas se quemaban con facilidad y las calderas a veces explotaban. Todas desventajas.

El CASE/Paterson
Por extraño que parezca la JI CASE Threshing Machine Co., probablemente la mayor empresa fabricante de motores de tracción de vapor en ese momento, fue la primera empresa en apostar al por entonces desconocido motor a gasolina y colocarlo en un bastidor para que accione las trilladoras.

Fue precisamente a David Pryce Davies (foto), un joven dibujante de CASE, a quien se le atribuye el diseño del primer tractor de gas de la compañía en 1892. A este modelo se lo denominó «el tractor Paterson», porque el motor horizontal de 2 cilindros se basó en una patente industrial emitida a James y William Paterson de Stockton, California. Cabe destacar que el chasis y las ruedas eran esencialmente los mismos que los de un motor de tracción a vapor CASE, mientras que la máquina presentaba un dosel sobre la parte trasera donde estaba el operador y poseía dos enormes volantes o polea a cada lado.

Aseguran historiadores americanos que el propio David P. Davies escribió: “El motor era del tipo de cuatro ciclos y con dos cilindros. Muy poco se sabía en esos años sobre la carburación y el encendido y no había un solo fabricante de carburadores o aparatos relacionados con el encendido. El chasis del tractor, con la excepción del bastidor principal, consistía en gran parte de piezas que estaban en uso en ese momento en nuestro tractor de vapor. Solo se lo proporcionó de una velocidad de avance y la inversa se logra deslizando una palanca que podría cambiarse a una posición neutral o hacia adelante o hacia atrás. Uno de los engranajes accionados por la llave funcionaba directamente desde piñón en el cigüeñal y el otro por medio de una rueda intermedia interpuesta entre este y el piñón en el cigüeñal. Esto fue para asegurar el movimiento opuesto para invertir el tractor. Debido a la falta de carburador e ignición adecuados, se decidió dejar de construir el tractor».

Según el historiador americano R. B. Gray, autor de “The Agricultural Tractor 1855-1950”, el tractor CASE/Paterson tenía una potencia de entre 16 y 20 caballos de fuerza.

Hay evidencia que sugieren que toda la máquina fue construida por Paterson bajo contrato con CASE. No mucho más se sabe del tractor CASE/Paterson, incluso no hay registro de lo que sucedió con este primer modelo. Sin embrago, hoy 128 años después, podemos decir que el CASE/Paterson fue un experimento notable desde la innovación tecnológica, pero aparentemente no alentador, ya que pasaron dos décadas antes de que CASE presentara su primer tractor de gasolina de producción en serie.

Cuenta también la historia que este revolucionario modelo se probó en una granja cercana a la fábrica, pero por problemas en la puesta a punto hicieron que se descartara la idea. Sin embargo, los ingenieros de CASE continuaron trabajando en la nueva tecnología y, tal como señaló el catálogo oficial de Case de 1913 (el primero en presentar tractores de gas y petróleo), «había gastado más de $ 100,000 en trabajo experimental (en tractores)».

Téngase en cuenta que la energía del vapor, para la década de 1890, tenía casi 200 años de desarrollo y era relativamente confiable, mientras que el motor de gasolina de cuatro tiempos había existido durante menos de 20 años y sus primitivos sistemas de encendido y suministro de combustible a menudo eran muy problemáticos.

David Pryce Davies (1870-1949)
David P. Davies tuvo una larga y variada carrera dentro de la ingeniería. Había nacido en Gales y llegó con su familia a Racine en 1873 y se instaló en una granja. Fue empleado por CASE en 1886 como aprendiz de maquinista y en 1891 se matriculó en un programa de ingeniería mecánica de la Universidad de Wisconsin y en 1892 regresó a la empresa CASE como dibujante técnico e ingeniero.

También David d P. Davies fue quien ayudó en el desarrollo del primer tractor a gasolina que fabricó la CASE. En 1895 fue nombrado asistente del Superintendente de Tienda. En 1896 diseñó el tractor de vapor con manivela lateral CASE y se fue de la compañía. Entre 1898 y 1910 trabajó en puestos de ingeniería con Edward P. Allis Co. de Milwaukee, Marinette Iron Works, Allis-Chalmers Co. en Alemania e Illinois Steel Co.

En 1910 regresó a CASE como ingeniero para desarrollar tractores con motor a gasolina. En 1919 fue nombrado Vicepresidente y Jefe de Ingenieros y en 1941 se convirtió en Vicepresidente y Consultor Ingeniero. Durante su carrera fue acreditado con muchos diseños e innovaciones y fue responsable del diseño del tractor CASE Modelo «L» introducido en 1929. En 1940 fue galardonado con el «Premio Pionero Moderno» por The National Asociación de Fabricantes y en 1942 ganó la «Medalla Deere» de la Sociedad Americana de Agricultura Ingenieros.

Una rápida búsqueda en el sitio web de la Oficina de Patentes de los Estados Unidos produjo una lista de 17 patentes originales otorgadas a él, entre 1911 y 1943. David Pryce Davies, que había nacido en 1870, falleció a la edad de 79 años en 1949. David Davies, sin lugar a dudas, fue uno de los más grandes inventores del mundo de los tractores y las herramientas agrícolas.

En 1910
En octubre de 1910, un periódico de Racine, Wisconsin, informó sobre el «nuevo motor de tracción de CASE que quema aceite» y citó a David P. Davies, en ese momento «ingeniero de desarrollo de tractores», diciendo que estaba seguro de que ahora sí tenían un buen producto que podría funcionar “para cualquiera”, expresó.

Se trataba del primer tractor con motor a explosión de la empresa y lleva por nombre CASE modelo 30-60, el cual salió a la venta en el año 1912. Justo a tiempo para el aumento en las ventas de tractores durante la guerra de 1914-18. Pero esta es otra historia.

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Jerome Case

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