La suba llega al 230% en soja y 191% para el maíz. Desde FACMA señalaron que la inflación impacta directamente en los costos para la campaña gruesa. El aumento de las tarifas genera desafíos económicos para los productores.
La inflación se refleja en las negociaciones de los servicios rurales para la cosecha de soja y de maíz. La Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (FACMA) actualizó los precios orientativos para la campaña gruesa en marcha, con un aumento del 230% en comparación con el año anterior.
En el caso de la soja, tomando como referencia un rendimiento de 24 quintales por hectárea, la nueva tarifa establecida por FACMA se sitúa en $74.706 o US$ 89,8 por hectárea. Esta cifra representa un aumento del 230%, respecto de los $22.602 del año pasado. La actualización plantea desafíos económicos para los productores agrícolas.
En ese sentido, la cifra proporcionada por FACMA considera una cosecha realizada en condiciones “normales”, con un equipo compuesto por dos cosechadoras y dos tractores, excluyendo el acarreo de granos dentro del lote y el traslado de equipos al campo.
Además, se calcula en base a un tipo de cambio de $832 por dólar y un litro de gasoil a $987. Este aumento en los costos de cosecha suma presión financiera a un sector agrícola ya afectado por diversas variables económicas y climáticas.
En tanto, la comunidad agrícola se enfrenta ahora a la tarea de adaptarse a estos nuevos costos, buscando estrategias y soluciones para mantener la rentabilidad en un contexto desafiante. Considerando un rendimiento de 70 quintales por hectárea, el precio actualizado alcanza los $104.250 o US$ 125,3 por hectárea. Este incremento del 191% con respecto al año anterior, cuando el valor de referencia era de $35.852, presenta un desafío adicional para los agricultores, quienes ya lidian con las presiones económicas del sector.
A su vez, la actualización de los precios orientativos por parte de FACMA no solo afecta la cosecha de soja, sino que también incide en el maíz.
Aunque se mantienen parámetros similares, como el rendimiento por hectárea, se introduce una variación en el número de tractores con tolva utilizados. En el caso del maíz, ahora se emplean tres tractores en lugar de dos. Este cambio, junto con la inflación, resulta en un aumento del 191%.
Además de la soja y el maíz, los contratistas dieron a conocer los nuevos valores para la cosecha de girasol y sorgo. Estos datos revelan la amplitud del impacto de los ajustes de precios en múltiples cultivos, destacando la necesidad de los agricultores de evaluar estrategias para afrontar estos incrementos.