La mejora del precio de la soja, a consecuencia del desastre climatológico de Brasil, aceleró la venta del poroto, llegando ya al 40% de la cosecha nueva.
El gobierno del estado brasileño de Rio Grande do Sul publicó el pasado 4 de junio el informe final sobre las pérdidas productivas registradas en mayo a causa del desastre climático provocado por lluvias torrenciales que promovieron grandes inundaciones. Esta situación provocó enormes pérdidas humanitarias, económicas y productivas. Tanto es así que ese informe destacó que la superficie de soja afectada por el evento fue estimada en 1.500.000 hectáreas y las pérdidas de producción ascienden a 2,7 millones de toneladas.
Esta situación inesperada, provocó que los fondos agrícolas de la bolsa de Chicago hayan tomado posicionamientos especulativos provocando aumento en su precio y aceleramiento de las ventas de soja de los productores a nivel local.
En este sentido, el pasado 5 de junio –último dato oficial publicado– las ventas de soja 2023/24 sumaban 20,2 millones de toneladas, una cifra equivalente al 40% de la cosecha total estimada para el presente año (50,0 y 50,5 millones de toneladas según la Bolsa de Comercio de Rosario o la Bolsa de Cereales de Buenos Aires respectivamente).
Se trata de un número, en términos relativos, similar al registrado en la misma fecha del año 2022 y apenas inferior al presente un año atrás, cuando un desastre climático liquidó más de la mitad de la producción prevista de la oleaginosa.
La situación actual es comparable, en términos productivos, a la presente en la campaña 2019/20, cuando, con una cosecha de soja de 48,7 millones de toneladas, en el actual momento del año los productores ya habían comprometido comercialmente el 51% de la cosecha esperada.
Sin embargo, teniendo en cuenta el descalabro macroeconómico presente en la Argentina desde 2022 a la fecha, un volumen de ventas del orden del 40% en el actual momento del año representa una cifra por demás aceptable.
De las más de 20 millones de toneladas de soja 2023/24 comprometidas hasta el momento, un total de 9,0 millones sigue con precio abierto a la espera de mejores oportunidades comerciales y cambiarias.
El ritmo de ventas de soja en el mercado argentino no puede, por lo tanto, ser considerando anómalo, aunque es bajo para las urgencias cambiarias de los administradores de la política monetaria del gobierno de Javier Milei.