Tras el paro del campo ante el cierre de exportaciones del cereal, la agroindustria acerca propuestas para que los sectores con mayor demanda, como avícolas, porcinos y bovinos tengan acceso sin problemas a este insumo.
El Gobierno nacional y el campo analizan herramientas para asegurar la disponibilidad de maíz, mientras desde la Casa Rosada trabajan en medidas para disminuir la presión sobre el precio de los alimentos. Tras el anuncio del cierre de exportaciones del cereal a principios de año por parte del Ministerio de Agricultura, que se reabrió después de dos semanas, el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) acercó una serie de propuestas, entre las que se destacan el uso de los mercados de futuros. En paralelo, en las próximas horas podría haber anuncios sobre un nuevo acuerdo para la venta de cortes vacunos a precios populares.
Según detallaron voceros de la agroindustria, dentro de las entidades que conforman la Mesa de Maíz, existe un consenso unánime en relación al abastecimiento del cereal para el mercado doméstico. “El volumen de la cosecha es suficiente para cubrir la demanda interna y cumplir compromisos de exportación”, sostuvieron.
Hasta el momento, se trabajan en dos alternativas. Desde el sector privado proponen un sistema de coberturas, para que los sectores con más demanda de maíz, como avícolas, porcinos y bovinos, se encuentren en condiciones de asegurar stocks. En esta instancia, el objetivo es igualar la capacidad de compra por parte de todos los demandantes, tanto del ámbito doméstico como exportadores. A esta opción, se suma el acceso a créditos, con el respaldo del Fondo de Garantías Argentino (Fogar).
Retenciones al maíz?
Otro de los aspectos que se buscó despejar es el impacto del valor del maíz en los precios que los consumidores pagan por los alimentos. “No tiene una fuerte incidencia en la evolución de los precios», advirtieron, en relación a los incrementos en la cotización de este grano.
Para los técnicos de la mesa maicera, otra de las ventajas de sus propuestas radica en el desacople de los precios internacionales del maíz con los locales. En este sentido, explicaron que el agregado de valor de la materia prima se realizará sin problemas, desconcentrando las necesidades en periodos de fin de campaña o ante escasez de oferta.
En el marco de estas negociaciones, sobrevuela la posibilidad de un incremento en los derechos de exportación en maíz, que en la actualidad son de 12%. El dato a tener en cuenta es que a diferencia de la soja, el Gobierno puede incrementar hasta un 3% este impuesto, sin pasar por el Congreso Nacional.
En el marco de una disertación la semana pasada en la Universidad Nacional del Nordeste, en Chaco, el ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que “no quisiéramos tener que aumentar retenciones en un sector como el maíz, porque lo que buscamos es que se venda a precio internacional, porque eso aumenta los incentivos a la producción y a la inversión”. Y agregó: “Pero tampoco se puede permitir que el shock sea regresivo”.
En tanto, Matías Lestani, responsable del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) afirmó que “siempre existe la posibilidad de que aumenten un 3% los derechos de exportación”. En este punto, sostuvo que además de existir un stock suficiente para satisfacer la demanda, “el aumento en el precio internacional del maíz permitirá el Gobierno recaudar más de lo que esperaba”.
