El sindicato Atilra solicitó a la pyme que se “abstenga de formular despidos”; la dueña de la compañía, Alejandra Bada Vazquez, argumenta que “la relación laboral está rota”.
Tras el despido de 29 de los 46 empleados de Lácteos Vidal, la pyme láctea de Moctezuma, Carlos Casares, que mantiene un fuerte conflicto con Atilra, la Justicia dio lugar a una medida cautelar del gremio. Desde la empresa dijeron que “la relación laboral está rota” y lamentaron que “el juez solo escuchó una de las partes”, por el conflicto que arrastran desde hace dos meses.
“Nosotros ya habíamos mandado las cartas documento, antes de recibir la notificación. Pero es lamentable, porque el juez [José Ignacio Ramonet] solo escuchó una parte, la de Atilra. Esto es una sentencia, nos están sentenciando a cerrar”, dijo Alejandra Bada Vázquez, la dueña de la empresa que tiene una fábrica y depósito en el barrio porteño de Villa de Devoto, quien denunció tiempo atrás que la pyme había quedado paralizada por un reclamo de recategorización de los trabajadores adheridos al gremio Atilra.
La empresaria lamenta “el ataque feroz” de Atilra a Lácteos Vidal, en el marco de la cautelar del gremio lechero que dio lugar el Juzgado Nacional de 1.ª instancia del Trabajo N°69, en el que le piden a la empresa “se abstenga de formular despidos, suspensiones y/o modificaciones en las condiciones de contratación, respecto de los trabajadores que se encuentran en ejercicio del legítimo derecho de huelga; debiendo asimismo la accionada abstenerse de practicar y promover esquirolaje, conforme lo normado en art. 70 de Ley 24.013 y 6 b) de Dcto. 1694/06; mientras dure la legítima medida de huelga llevada adelante por los trabajadores”.
Después de más de 60 días de bloqueo y paralización que reporta la empresa en Moctezuma, donde está la planta de procesamiento de leche, que trabaja al 50% actualmente, y la de productos de exportación que está totalmente detenida. “Es difícil estar en esta situación de pérdida, nuestra idea es recuperar la producción. Además, vamos a priorizar el personal que viene a trabajar, estamos en eso. Estos 26 despedidos han actuado con Atilra para fundirnos. Ahora, se perdió toda la confianza. Vienen amenazando y extorsionado, nos quieren fundidos”, subrayó.
Con este fallo de la Justicia, señaló la empresaria, solo les dejan un mensaje: “Te dicen: ´fundite estúpido´ y se olvidan de toda la gente que viene a trabajar, de la gente que siguió apostando y los clientes que esperan recibir los productos”. Todo comenzó cuando la pyme decidió en agosto pasado mandarle carta documento a los empleados para que se reincorporaran a sus labores lo antes posible. “La relación laboral está rota, nos bloquearon en convivencia [trabajadores y sindicato] para fundirnos; se perdió toda confianza y vamos a priorizar el bienestar de los empleados que vencieron el miedo y han pasado toda una situación difícil”, explicó.
Bada Vázquez recordó que el conflicto empezó con un bloqueo extorsivo en la planta. “Nos usurparon un terreno de Lácteos Vidal, apedrearon la casa del abogado, tajearon las gomas del encargado de la planta de polvo, es decir, hay un montón de hechos”, enumeró e hizo hincapié en la importancia de seguir trabajando, ya que, por la actividad de la compañía, donde se manipulan productos alimenticios, no se puede trabajar con menos personal: “Trabajamos con alimentos que llegan al consumidor final, por eso tenemos que ser responsables”.
“Apostamos a mantener las fuentes de trabajo, a recuperar la producción y volver a exportar. Los empleados son víctimas de esto, el sindicato tendrá que hacerse responsable de todo, porque hay alimentos que no se han podido fabricar, por eso insistimos en los daños y perjuicios que nos han ocasionado, de los que se tienen que hacer responsables”, finalizó.