La Bolsa de Comercio de Rosario, acaba de publicar las primeras proyecciones para soja y maíz. El informe destaca que la superficie dedicada a la oleaginosa experimentará un aumento, tras nueve años de caída continua. En este contexto, aparece el factor político.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) acaba de presentar las primeras proyecciones de cara a la campaña gruesa 2023/24 y traen importantes novedades, de las positivas.
En concreto el trabajo destaca que la superficie dedicada a soja experimentará un aumento, rompiendo una racha de nueve años de caída continua. “Estimaciones iniciales apuntan a una intención de siembra de 17 millones de hectáreas, lo que representa un aumento interanual del 6,2%. En tanto, si las condiciones climáticas son favorables, se proyecta una producción de aproximadamente 48 millones de toneladas, en contraste con las 20 millones del ciclo 2022/23, que marcaron el peor registro del siglo”, explican los técnicos de la bolsa rosarina.
Vale decir que la superficie dedicada a soja viene experimentado un marcado descenso en los últimos años, pasando de 20,2 millones de hectáreas en la campaña 2014/15 a 16 millones en el ciclo pasado.
Revelan desde la entidad que “Esta tendencia a la baja, que representó una pérdida del 21% del área sembrada en la última década, se debe a varios factores. Además de los problemas de malezas resistentes y costosos controles, la soja ha quedado rezagada en términos genéticos, lo que limita su potencial productivo en comparación con el maíz”.
La preferencia por el maíz también ha sido influenciada por las encuestas anuales, que señalan constantemente la disminución del cultivo de soja y el aumento del maíz. La soja, en esta nueva dinámica, se convierte en una alternativa cuando las circunstancias no permiten sembrar todo el maíz deseado.
La sequía del año pasado, aunque fue una dificultad, también ha dejado una gran cantidad de hectáreas disponibles que se sumarán a la siembra de soja, a pesar de la histórica falta de recursos financieros.
El panorama para el maíz
Este cultivo mantiene una posición más estable en términos de área de siembra, con una intención constante de 8,5 millones de hectáreas para el ciclo 2023/24.
Los factores que favorecen al maíz incluyen un clima propicio para la alta producción después de varios ciclos marcados por fenómenos climáticos adversos. Además, la caída en la siembra de trigo en algunas áreas impulsa al productor a optar por el maíz en sus rotaciones.
Sin embargo, los altos costos de producción, especialmente para aquellos que alquilan tierras, representan un desafío significativo para el crecimiento del área dedicada al maíz.
Aunque la intención de siembra se mantiene en 8.5 millones de hectáreas, los desafíos económicos pueden influir en la realidad final de la producción. Si las condiciones se mantienen estables, se estima una producción de alrededor de 56 millones de toneladas de maíz para el ciclo 2023/24.
A modo de síntesis, se puede decir que la Bolsa de Comercio de Rosario, de confirmarse las estimaciones, entiende que la soja tendría un millón de hectáreas más que el año pasado. En tanto, el maíz contaría con la misma superficie que la campaña pasada.
Qué pasa en trigo
El cultivo enfrenta dificultades relacionadas con la falta de agua en las últimas semanas. Aunque las condiciones actuales del cultivo son buenas a muy buenas, la sequía persistente podría afectar el potencial de rendimiento.
Las lluvias abundantes de los primeros 15 días de julio han contribuido a un retraso en la siembra en algunas áreas, lo que podría influir en los resultados finales.
El factor político
Finalmente destacar que se está sembrando con un gobierno y se va a cosechar con otro. Pues el trigo recién sembrado se comenzará a cosechar a partir de fines de noviembre, la soja que aún no se sembró se cosechará a partir de abril en adelante y con el maíz lo mismo. Y las elecciones, en dónde los argentinos elegirán su próximo presidente, es el 22 de octubre próximo.
Esta particular situación, más un contexto económico de enorme fragilidad, hace que la gran mayoría de los productores estén muy atentos al factor político. Es decir, están mirando con atención a quienes tendrán reales posibilidades de conducir los destinos del país y además qué están proponiendo para el sector agropecuario. Un tema no menor, que a partir de desde este mismo domingo se comenzará a debelar.