Actualizado a valores de hoy, el precio de la soja en Chicago, es el más bajo desde el año 2006. Además, según una conocida consultora, la soja campaña 2025 en campo alquilado tiene una rentabilidad de apenas el 7%.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Lo primero que hay que decir es que el complejo sojero representa entre el 30 y el 35% de las exportaciones argentinas. Es decir, un tercio de todo lo que exporta este país, proviene del complejo sojero. Además, este complejo, representa 7 de cada 10 dólares que ingresan. Por lo tanto, que caiga el precio del principal producto de exportación es desde todo tipo de análisis muy preocupante.
En este sentido, un trabajo económico de la Bolsa de Comercio de Rosario, reveló que si se actualiza el precio de la soja, esta tiene hoy el mismo valor que en 2006. Nada más ni nada menos que el mismo precio que hace 18 años.
La principal causa del derrumbe se debe a que los precios internacionales de la soja comenzaron a alinearse con el “aluvión” de oferta que se espera para la próxima campaña.
El tema es que esto para la Argentina se traduce en innumerable cantidad de inconvenientes, en donde el más perjudicado es el propio productor de soja dado que el poroto tiene derechos de exportación de un 33% sobre el precio del mercado de Chicago.
El mazazo final lo dio el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, por sus siglas en inglés) quién elevó en su informe mensual de estimaciones agrícolas de 120,7 a 124,9 millones de toneladas su cálculo sobre el volumen de la producción 2024/2025 de la oleaginosa y la ubicó en un nivel récord histórico, al superar la anterior mayor marca que, con 121,5 millones de toneladas, distinguió a la campaña 2021/2022.
La sorpresiva nueva cifra oficial se sustentó en dos datos claves de Estados Unidos, el mayor productor de soja del mundo: rinde récord y más área por cosechar.
Qué pasa en Argentina
En el marco del derrumbe del precio de la soja se abre un nuevo escenario que podría deparar sorpresas para el mercado cambiario, aunque la reacción de los exportadores es todavía incierta. Lo más concreto es que el precio de la principal commodity de exportación de la Argentina no para de caer ante los precios récord que tuvo el poroto durante casi la totalidad del período kirchnerista.
Así las cosas, falta conocer si los productores tenedores aún de soja acelerarán sus ventas para no perder más o será todo lo contrario y esperarán que esta recomponga su precio.
Aunque, según las cifras del sector, donde advierten que las liquidaciones se han ralentizado, aún está pendiente el ingreso de unos USD 10.000 millones ya que de acuerdo a las estimaciones, al menos dos terceras partes de la cosecha todavía está sin vender.
Promedios por Presidentes
Para culminar, un análisis de los precios promedios y máximos de la soja durante los últimos períodos presidenciales:
*Néstor Kirchner: promedio de U$D 415 por tonelada. Máximo 615 dólares en Abril de 2004.
*Cristina Fernández (primer período): promedio de U$D 620 por tonelada. Máximo 804 dólares en Julio 2008.
*Cristina Fernández (segundo período): promedio de U$D 630 por tonelada. Máximo 838 dólares en Agosto 2012.
*Mauricio Macri: promedio de U$D 446 por tonelada. Máximo 555 dólares en Junio 2016.
*Alberto Fernández: promedio de U$D 538 por tonelada. Máximo 672 dólares en Abril 2022.
*Javier Milei (8 meses): promedio de U$D 425 por tonelada. Máximo 457 dólares en Enero 2024.
Los números reales
Según consta en la plataforma AgBi desarrollada por la consultora AZ Group y Simpleza, en la zona núcleo pampeana los márgenes proyectados 2024/25 para la soja de primera, considerando los valores actuales esperados a cosecha en el Matba Rofex y un arrendamiento de la tierra de 500 u$s/ha (hoy 17 quintales x ha), más un rinde supuesto de 40 qq/ha, esa la soja tiene una rentabilidad de solo el 7%.
Finalmente destacar que, otra vez, y tal como ha venido ocurriendo en las últimas dos campañas, la eventual rentabilidad del negocio agrícola en 2024/25 no se sustentará en factores genuinos propios de la actividad, sino en la posibilidad de financiar la campaña con tasas de interés reales negativas. Algo peligrosísimo, para una industria “a cielo abierto” que depende del clima.