Una avioneta arrojó en paracaídas 132 kilos de cocaína a un campo ubicado entre Pergamino y Rancagua. Hay cuatro detenidos, la madre y sus tres hijos. Encontraron conexión con una banda narco de una villa porteña.
En un campo ubicado entre la ciudad de Pergamino y la localidad de Rancagua. Más precisamente en inmediaciones del ex “Balneario Toro” (actualmente camping del Sindicato de Camioneros) y a pocos metros de la Estacion Experimental INTA Pergamino.
Allí, casi sobre un camino vecinal, personal de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino realizó un exitoso procedimiento.
Se trataba de una importante organización delictiva que tendría como base operativa ese campo de Pergamino y la cual fue descubierta en las primeras horas de ayer miércoles cuando desde una avioneta arrojaron aproximadamente 130 kilogramos de cocaína, distribuidos en «ladrillos».
Por el hecho, al menos cuatro personas fueron detenidas, una madre y sus hijos (dos varones y una mujer), serían los encargados de recolectar los paquetes. Además, se secuestraron armas de fuego y dos camionetas Volkswagen Amarok.
Personal de Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas de Pergamino coordinó las acciones donde participaron más de 60 hombres y mujeres de diferentes fuerzas de seguridad, entre ellos el Comando de Patrulla Rural (CPR) de Pergamino.
Aunque no se pueden dar precisiones debido al secreto de sumario impuesto por el Juzgado Federal de San Nicolás a cargo de Carlos Villafuerte Ruzo, El lote donde trabajaron las fuerzas de seguridad se encuentra ubicado entre Rancagua y el ex “Balneario Toro” a pocos metros del camino vecinal.
La modalidad de «trabajo» de la banda sería trasladar la droga en avionetas desde Bolivia, tirarlas desde el aire al campo (en forma de bombardeo) y luego de ser recogida, enviarla al conurbano bonaerense para ser vendida.
Sospechan que el cargamento que llegó desde el cielo está valuado en 800 mil dólares. Fuentes policiales informaron que la investigación se inició el 28 de agosto de 2021 sobre una banda compuesta por ciudadanos argentinos y bolivianos, domiciliados en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores porteño, dedicada a la comercialización de cocaína.
Según indicaron las fuentes consultadas, la Policía montó vigilancias encubiertas entre los maizales del campo durante varias noches debido a que se tenía conocimiento que viajaría una aeronave con un cargamento. Pero por las condiciones climáticas no se realizaba el trayecto. Se investiga si esta metodología narco contaba con previo acuerdo de los dueños del campo.