Parece ser que la frase “Lo viejo funciona, Juan”, de la película El Eternauta, también se comienza a aplicar en Estados Unidos, porque ya son 7 los Estados que han prohibido la comercialización de carne sintética a sus habitantes favoreciendo la carne bovina tradicional.
La noticia ganadera del momento en Estadios Unidos, es que el Estado de Texas (una zona de fuerte raigambre ganadera), es ahora el séptimo estado en prohibir la venta de carne sintética.
De esta forma, Texas se sumó a Indiana, Nebraska, Montana, Misisipi, Alabama y Florida para prohibir la venta de carne artificial para consumo humano, popularmente conocido como carne de laboratorio.
Gracias a la aprobación de la nueva ley que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2025 y expirará en 2027, Texas se convierte en otro nuevo Estado, en prohibir el nuevo producto creado para alimentar a la creciente población a nivel mundial.
El proyecto de ley fue redactado por el republicano Charles Perry, senador por Texas, y patrocinado por su correligionario de partido Stan Gerdes, miembro de la Cámara de Representantes.
Qué es la carne de laboratorio
Esta industria nació al abrigo de datos divulgados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que indicaban que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la ganadería. De esos trabajos se tomaron algunos laboratorios para crear y ofrecer la carne de laboratorio o carne artificial.
Así que, con el objetivo de disminuir dicha contaminación y frenar los efectos destructivos del cambio climático, esurgieron varias compañías dedicadas a producir en laboratorio cultivos celulares para consumo humano. Por ejemplo, las empresas americanas: Upside Foods, Vow Foods y Eat Just.
Y si bien, el aspecto de las proteínas de cultivo celular todavía dista mucho de asemejarse a la carne vacuna tradicional, no deja de ser un producto muy cuestionado. En el que el proceso consiste en colocar células proteicas en un recipiente donde se van reproduciendo hasta alcanzar el volumen adecuado para comercializarse.
Actualmente, la carne cultivada o de laboratorio sólo es legal en Singapur que la autorizó en 2020 y en algunas zonas de Estados Unidos que las autorizaron en 2023. Y en Israel y Reino Unido, hay avances para su autorización, pero aún no tiene marco legal.
Jack Hubbard, director ejecutivo del Centro para el Medio Ambiente y el Bienestar (CEW), considerado uno de los principales críticos de la carne de laboratorio, emitió un comunicado donde advierte que el producto que se pretende introducir para reemplazar a la carne animal está rodeado de opacidad.
“El sector de la carne de laboratorio seguirá enfrentándose a dificultades a medida que consumidores y legisladores conozcan mejor la falta de estudios de salud a largo plazo y el uso de células inmortalizadas”, señala parte del comunicado.
En contraparte, Uma Valeti, directora ejecutiva y fundadora de la empresa Upside Foods, una de las compañías pioneras en el desarrollo de proteínas de cultivo celular, señala que existen grandes beneficios para el mundo derivados del nuevo producto alimenticio. “En nuestra opinión, la carne cultivada es más segura que la carne convencional que se produce a gran escala y que se encuentra actualmente en el mercado. No hay matadero, no hay heces, no hay piel ni vísceras, ni se utilizan antibióticos. No tenemos pesticidas presentes en la hierba que come el animal. No tenemos plásticos ni microplásticos. Así que, en todos estos aspectos, la carne cultivada está un paso por delante en cuanto a calidad de producción, limpieza y seguridad”, indicó en un comunicado.
El debate seguirá abierto, pero por lo pronto distintos Estados de Norteamérica avanzan con su prohibición.
Foto ingreso a uno de los laboratorios: “Nuestro objetivo: que la carne más consumida en el mundo sea carne cultivada”