El empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel, accionista de Grupo Los Grobo, señaló que el próximo Gobierno que tenga la Argentina va a tener que “poner la política al servicio de la gente, no al servicio de la corporación política”.
Así se pronunció el empresario que vive en Uruguay. Sobre ese país, Grobocopatel destacó la “estabilidad macroeconómica” y, por el contrario, dijo que en la Argentina “las sorpresas son muy grandes” y “prácticamente no se puede invertir”. También señaló que las retenciones “deterioran” al campo.
“Siempre el proceso eleccionario es un proceso que a mí me genera esperanza, porque va a haber un cambio de Gobierno. Todavía no tenemos cómo ni quién será, pero esto genera un proceso eleccionario. Después la realidad se encarga de desesperanzarnos, pero yo veo al proceso con esperanza”, indicó en declaraciones a Radio Colonia.
El ejecutivo luego tuvo una frase que pareció destinada a las internas que se están dando tanto en el oficialismo como en la oposición. Dijo: “Estos debates o internas políticas son normales, son necesarios”.
En este contexto, pidió sobre el próximo Gobierno: “El Gobierno que venga va a tener que poner la política al servicio de la gente, no al servicio de la clase política, lo que llamo la corporación política”. Según el empresario, “la gente está muy enojada y desesperanzada con la clase política”. En este marco, reiteró su expectativa sobre el proceso eleccionario.
Grobocopatel ha tenido empresas en Uruguay que ayudaron a la transformación productiva y ahora vive allí. Contó su experiencia de lo que observa en el vecino país y comparó con la Argentina: “Lo que hay en Uruguay es estabilidad macroeconómica, vivo hace 6 años y el tipo de cambio es el mismo; el valor del peso uruguayo es el mismo, te prestan el dinero a una tasa baja, 3%,4% al año”.
Aclaró que allí “no todo es color de rosa”, porque por ejemplo los suelos tienen menor productividad y “al ser tan fuerte la moneda uruguaya pone los costos en dólares altos”, pero volvió sobre la comparación: “Desde el punto de vista macroeconómico uno puede acá planificar y puede invertir sin sorpresas, en la Argentina hoy prácticamente no se puede invertir, las sorpresas son muy grandes, no sabemos lo que va a pasar. Es difícil el flujo de cambio, entrás dinero, que no es fácil entrar dinero y después no lo podés sacar”. Apuntó: “Ese flujo no está facilitado, es antiinversión, anticreación de trabajo”.
Estancamiento
En otro tramo, el empresario se refirió al estancamiento que tiene la producción agrícola en la Argentina, al margen de la sequía de este año. Sobre esto hizo una comparación con Brasil.
“Brasil, en los últimos 10/12 años creció 100% en su producción agrícola y nosotros estamos estancados en la misma producción; este año obviamente por la sequía va a ser peor”, dijo a Radio Colonia y añadió «Venimos usufructuando desarrollos tecnológicos de hace 20 años, nos cuesta incorporar cosas nuevas que modifiquen el fondo del tema, como fue la biotecnología o la siembra directa. Al tener el sector un pie arriba de la cabeza la gente piensa más en sobrevivir, subsistir y no innovar e incorporar tecnología”.
Para el empresario, este escenario involucra a los productores pero también “en general al país”. Remarcó que intervienen cuestiones como la ley de semillas, que no se ha actualizado desde 1973, o por ejemplo la comercialización de carnes, donde todavía no se hizo una modernización y sigue el despacho vía media res. “No logramos que ningún gobierno las transforme de fondo”, indicó.
Luego mencionó el impacto de los derechos de exportación: “Las retenciones no son neutras, deterioran la relación insumo-producto, deterioran el uso de fertilizantes, insumos, la productividad. Este estancamiento no es por arte de magia, es fruto de los desaguisados que venimos haciendo desde hace 20 años”.