Mientras las cadenas agroindustriales, incluida la industria de la soja, celebraban el anuncio de Massa que les llevó el dólar a $ 300, las gremiales del campo condenaron el nuevo “Dólar Soja” y reclaman un dólar único y libre.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- EXCLUSIVO PARA GRUPO LA VERDAD
Hoy, el ministro Sergio Massa informó que se dispondrá de un nuevo tipo de cambio para el agro. Esta “nueva” edición contempla un tipo de cambio especial de 300 pesos por dólar y tendrá una vigencia de 52 días, del 10 de abril al 31 de mayo.
Lo cierto es que el anuncio llegó tras la reunión de Sergio Massa con representantes del sector empresarial. En este sentido, los primeros en manifestarse fueron las autoridades de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48 % de las exportaciones argentinas, quienes destacaron la medida. Gustavo Idígoras, titular del CIARA-CEC, calificó el anuncio como «un reconocimiento de la necesidad de tener un tipo de cambio competitivo y único, nos gustaría que se mantenga de manera permanente». Asimismo, y a través de un comunicado, el organismo calculo que en 7 semanas podrían generar un ingreso de divisas de U$S 5.000 millones.
Por su parte, el sector que representa las economías regionales también festejaron la medida. Así, la Cámara de Industriales de Arroceros de Argentina destacó como «muy positivas» las medidas generales anunciadas por Massa «para paliar el fuerte impacto de la sequía en nuestra economía regional».
Asimismo, la Cámara de Tabaco y la Cooperativa de Tabaco de Misiones también expresaron su «sincero reconocimiento» al anuncio de Economía y señalaron que las mismas «resultan ser muy positivas he impactaran inmediatamente en el sector, dándole mayor impulso y tornándolo más efectivo».
Quienes también se expresaron fueron los integrantes de la Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de Argentina (CAPECA) con un comunicado en el que celebraron «haber sido escuchados por el gabinete económico, incluyendo a la Secretaria de Agricultura y Subsecretaria de Pesca por haber entendido la necesidad de la industria frente al atraso cambiario y la baja de competitividad del sector».
Desde Bodegas de Argentina también las calificaron como «positivas». Patricia Ortiz, presidenta de la Cámara indicó que «celebramos que nuestras inquietudes hayan sido escuchadas por las autoridades nacionales. Hoy las bodegas están en una situación crítica que esperamos que con estas medidas podamos encaminarnos en el histórico sendero exportador, tan complejo en estos momentos.»
El apoyo al dólar soja y dólar agro también provino de parte de la Cámara Argentina del Maní (CAM), cuyo vicepresidente Diego Yabes estuvo presente en el anuncio. Allí, destacó la medida y agregó que el objetivo del sector es «seguir trabajando en pos de arribar a mayores y mejores soluciones posibles que nos lleven al país a continuar siendo un referente el cultivo de maní hacia el mundo».
El campo se manifestó en contra
Mientras las instituciones agroexportadoras festejaban, los representantes de los productores de soja manifestaron su desacuerdo. Apenas minutos después del anuncio, la Mesa de Enlace criticó la decisión del ministro de Economía de reeditar un nuevo dólar soja (el tercero), al señalar que «no sirven medidas transitorias que incluyen a algunos y no a todos» ya que «el tipo de cambio de una economía deber ser único y libre».
Siguiendo esa línea, manifestaron que al impacto de las inclemencias climáticas «se suma el padecimiento de otra sequía; la sequía de ideas del Gobierno».
Asimismo, calificaron al dólar agro y el dólar soja como «un nuevo parche en la economía» implementado «para adelantar liquidaciones de soja, con el objetivo meramente recaudatorio de engrosar a las raquíticas reservas del Banco Central».
Para finalizar, expusieron la crítica situación de las economías regionales y del campo en general por la sequía y le reclamaron al Gobierno nacional «terminar con los parches y generar desde el Estado condiciones macroeconómicas abarcativas».