Ayer, en las oficinas de la Sociedad Rural de Junín, se reunieron un grupo de madres de los barrios afectados por las aplicaciones de agroquímicos con representantes de las entidades agropecuarias locales.
En la reunión estuvieron presentes cuatro madres, incluida Sandra Sandoval -la mamá de la niña de 13 años que dio positivo a glifosato en orina-, Gustavo Frederking por Sociedad Rural Junín, Rosana Franco por Federación Agraria Argentina filial Junín y Carlos Franco por La Liga Agrícola Ganadera.
La reunión fue convocada por las propias entidades agropecuarias en la idea de escuchar de primera mano la problemática que estos vecinos han venido manifestando públicamente.
Cabe destacar que, extraoficialmente se conoció que a esta reunión también fueron invitados funcionarios municipales, pero no concurrieron.
Lo cierto es que la reunión tuvo un marco amable y las vecinas fueron muy explícitas en indicar que necesitan ayuda para resolver el tema de las aplicaciones en las inmediaciones de sus viviendas. Vale recordar que pertenecen a los barrios Real, Moya, Jardín y San Carlos.
En este marco, Sandra Sandoval fue muy explícita al indicar que ella no quiere un “segundo” Pergamino. En clara referencia a la prohibición que los productores de esa ciudad tienen para la aplicación de productos agrícolas. Hay que tener en cuenta que en Pergamino existe un perímetro de exclusión total de casi 1100 metros de distancia del ejido urbano, lo cual dejó miles de hectáreas improductivas.
También Sandoval explicó que ella no está en contra de los productores agrícolas, ni milita en ningún partido político, ni movimiento ambientalista alguno y que lejos está de generar un hecho político. Pero que necesita que se resuelva esta situación y que se mejoren los controles en las aplicaciones y también se aumenten las sanciones a quienes incumplen la ordenanza.
En la reunión, las vecinas, dijeron que sospechan que el productor dueño del campo frente a sus viviendas, está aplicando productos prohibidos y más tóxicos que los que están autorizados. Es por esto que han solicitado al CONICET realice en sus barrios estudios de suelo y de agua.
Otro tema que se tocó en la reunión es el de la actual normativa territorial. En este caso va a pedir que esa zona sea declarada residencial y no una zona productiva, por lo que van a solicitar que se realice un reordenamiento territorial.
Finalmente dejaron en claro que van a pedir una medida cautelar para que no se continúe con las aplicaciones de fitosanitarios en esa zona. En tal sentido, y por estas horas, se están reuniendo con la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires.
Por su parte, los representantes de las entidades agropecuarias se mostraron preocupadas por la situación y se comprometieron a acompañar a los vecinos y a colaborar en la búsqueda de una solución a este delicado tema.