El jueves y después de un debate de cuatro horas, la Cámara de Diputados convirtió en ley el marco regulatorio del cannabis medicinal y cáñamo industrial. La opinión de la juninense Laura Sandoval.
POR JOSÉ LUIS AMADO -PERIODISTA AGROPECUARIO- PARA DIARIO LA VERDAD
Argentina ya puede producir cannabis y cáñamo a escala industrial. La iniciativa promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena.
Luego de la votación, el ministro de Producción Matías Kulfas, en su cuenta de twitter destacó: “Hoy nace una nueva industria en argentina. Tenemos industria nacional del cáñamo y el cannabis medicinal”.
En tanto el radical Ricardo Buryaile (presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería) remarcó que “aprobar este proyecto no es una carta blanca ni para el consumo, ni para el narcotráfico. Es simplemente iniciar una etapa en la Argentina donde se legaliza lo que es la producción que hoy hacen miles y miles de mamás para sus hijos”.
En su articulado, la ley promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos.
El proyecto contempla también la creación de una agencia reguladora, un nuevo actor público, que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas: la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME). Esta entidad tendrá autarquía técnica, funcional y financiera y orbitará en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Otro dato no menor es que este marco normativo busca desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones irregulares que existe en la actualidad, en la idea de terminar con la proliferación de productos que carecen de control respecto de su composición y calidad.
Por su parte la juninense Laura Sandoval, una de las principales especialistas en la industria del cannabis que tiene nuestro país, en comunicación con GRUPO LA VERDAD expresó: “Lo primero que tengo para decir es que estamos muy contentos en que se haya aprobado la ley porque obliga a un nuevo marco regulatorio para esta industria. En este contexto es que se va a poder solicitar las licencias, por lo tanto vamos a poder trabajar con el cáñamo para sus diferentes usos, como el alimentario, veterinario, construcción etc, porque queda afuera de la prohibición. Y a su vez, el cannabis va a tener un desarrollo más activo”.
En cuanto a qué se viene de aquí en adelante, la experta en el tema detalló que “ahora tenemos que esperar que se conforme la ARICCAME y que comiencen trabajar en los registros. Y si bien no sabemos mucho conocimiento acerca de cómo se va a regular el cáñamo, sí tenemos una idea de los que esto es para la Anmat que tiene dividido en medicinal y en cosmético. Lo que estamos viendo es que hasta el momento tanto Min. de Salud, como Anmat entienden al cáñamo con un valor menor a 0,3% de THC, lo cual es un valor difícil de conseguir en cultivos a cielo abierto. En este sentido, yo confío que nuestro sector agro tiene capacidad de investigación genética como para adaptar las variedades de semillas de cannabis por debajo de esos valores. Ahora bien, ARICCAME va a tener potestad para regular otro valor, por lo que vamos a tener que esperar la regulación final. Esto es importante porque a partir de esto es que ahora vamos a saber a qué le se le va llamar cannabis y a qué le va a llamar cáñamo y cuáles van a ser los permisos exigidos para los cultivos y su comercialización”.
Finalmente, Laura Sandoval destacó que “esta ley es muy importante para la agricultura, en principio porque a través de la regulación de la industria del cáñamo, este se puede convertir en otro “commodity” de los que exporta la Argentina, tal como ocurre con los granos o la carne”.
