La entidad alertó sobre el problema que atraviesan las economías regionales a la hora de conseguir trabajadores y lo vinculó con los subsidios que brinda el Estado.
Las economías regionales no cuentan con mano de obra para poder llevar adelante el trabajo en las cosechas, debido a que, quienes serían los encargados de esa labor tienen temor de no recibir más los planes sociales si aceptan el empleo. La información fue dada a conocer por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) que alertó que esta problemática ya empezó a provocar la pérdida de ciertas cosechas en algunos lugares de la Argentina.
En consecuencia, la institución le había pedido una audiencia al ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, con el objetivo de explicarle lo que está ocurriendo. Sin embargo el organismo afirmó que «no fue atendido pese a la gravedad del problema» y subrayó: «Al momento, la falta de trabajadores rurales ocasionó que producciones como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, las pomáceas, el té y el olivo, entre otras, hayan sufrido una baja en la productividad, una elevación de costos e, inevitablemente, una disminución de rentabilidad».
En esa línea, remarcó que «los pequeños y medianos empresarios agropecuarios aseguran que los planes y programas de asistencia social desincentivan a los beneficiarios a aceptar un empleo registrado, ya que, el blanqueo implica la baja automática de los beneficios» y aclaró que ellos no buscan cuestionar la ayuda estatal, pero sí sostuvieron que la asistencia no debe pasar a ser un «escollo» para el normal funcionamiento de la actividad que el sector desempeña.
Ante ese escenario, el titular de Economías Regionales de Came, Eduardo Rodríguez, aseguró: «Los trabajadores nos transmiten su miedo a perder la ayuda estatal si los registramos y prefieren no asumir el riesgo, ya que, es la única fuente de ingresos que tienen» y puso el foco en que ellos precisan «mano de obra, y por eso solicitamos compatibilizar los planes y programas sociales con el empleo registrado, de forma tal que puedan seguir cobrándolos pese a estar en blanco».
Para concluir, apuntó contra el oficialismo y recalcó: «Es paradójico que, por un lado, el gobierno quiera combatir la evasión y la informalidad, y por el otro, nos coloque en esta encrucijada» y aseveró: «Los productores deben decidir entre perder parte de la cosecha o bien contratar trabajadores en negro, fomentando la industria del juicio y arriesgándose a recibir una sanción por empleo no registrado. Sea cual sea la opción elegida, los riesgos son altos».
