Qué pasa con la salud mental de los productores agropecuarios y los tres factores que más impactan. Por qué es vital fomentar un ambiente en el que buscar ayuda no sea visto como un signo de debilidad.
El estrés se da por múltiples factores. Estos pueden ser: recesión económica, ansiedad, uso de tecnologías como extensión de nuestros cuerpos (celulares y redes), preocupaciones a futuro, etc, etc. En esta encrucijada, también se encuentra el productor agropecuario y ganadero.
Desde la cuenta Agro Conceptos de la red social X, del cual es propietario el entrerriano e Ing. Agr. Diego Agustín Álvarez, elaboraron un interesante escrito que data sobre estos tiempos. “No solo las plantas se estresan, el estrés del agricultor es una realidad de la que pocos hablan”, explica en su sitio de la red social X.
En este sentido afirman que “la vida en el campo está llena de desafíos que a menudo pasan desapercibidos para quienes no están directamente involucrados en la agricultura.
«Estudios recientes realizados en Estados Unidos y Canadá han revelado una dura verdad: los agricultores enfrentan niveles de estrés y depresión significativamente más altos que la población general. Esta situación se debe a varios factores que, combinados, pueden ejercer una presión emocional intensa sobre quienes trabajan la tierra», señala Álvarez.
Inmediatamente, enumera los factores que contribuyen al estrés del productor agropecuario:
*Clima impredecible: las inclemencias del tiempo, como sequías, inundaciones y heladas, pueden arruinar meses de trabajo en cuestión de días. La incertidumbre sobre el clima genera una gran presión, ya que los agricultores dependen de condiciones óptimas para garantizar una buena cosecha. La pérdida de cultivos no solo afecta la economía, sino también el bienestar emocional, creando una sensación de impotencia frente a las fuerzas de la naturaleza.
*Precios volátiles de los granos: la fluctuación en los precios de los granos es otro factor de estrés constante. Un año de buenos precios puede ser seguido por un año de caídas drásticas, lo que deja a los agricultores en una situación financiera incierta. La dependencia del mercado global y las políticas agrícolas externas hace que sea difícil planificar y asegurar la estabilidad económica, lo que lleva a un ciclo de ansiedad y preocupación.
*Aislamiento: a pesar de los avances tecnológicos, la agricultura sigue siendo una labor solitaria. Muchos agricultores trabajan largas horas en sus campos, lejos de sus familias y amigos. Este aislamiento puede intensificar el estrés y la depresión, ya que la falta de interacción social y apoyo emocional se suma a la carga que ya llevan.
Bajo estas premisas, Diego Agustín Álvarez comparte a través de Agroconceptos una serie de estrategias para manejar y prevenir el estrés en el campo.
Una opción para abordar el tema es a través de las redes de apoyo: «Es fundamental que los agricultores se conecten entre sí para formar redes de apoyo. Hablar con otros que entienden exactamente lo que estás pasando puede ser increíblemente terapéutico», señala.
Un ejemplo es organizar reuniones locales, participar en grupos en línea o simplemente hacer una llamada a un colega productor. «A veces, saber que no estás solo en tus luchas puede aliviar una gran parte del peso».
Otro punto tiene que ver con la capacitación en salud mental: «Es importante que los agricultores y sus familias reciban capacitación sobre cómo identificar los signos de estrés y depresión. Programas de educación en salud mental pueden proporcionar herramientas prácticas para manejar el estrés antes de que se convierta en un problema mayor. También es vital fomentar un ambiente en el que buscar ayuda no sea visto como un signo de debilidad, sino como un paso hacia la resiliencia».
Conciencia y Comunicación
Romper el estigma en torno a la salud mental en la agricultura es crucial. La comunidad agrícola debe reconocer que el bienestar emocional es tan importante como cualquier otro aspecto del trabajo en el campo. Hablar abiertamente sobre estos temas en foros comunitarios, redes sociales y encuentros locales puede ayudar a normalizar la situación”, añaden. Y consideran que es imprescindible hablar de todo. La cuestión es apoyarse mutuamente y no ir a la farmacia en la búsqueda de clonazepam, ya que está demostrado que esta droga genera dependencia tanto física como psicológica, pero, si se receta, adelante.
El papel de Agroconceptos
Álvarez concluye: «En Agroconceptos, entendemos que ser agricultor va más allá de sembrar y cosechar. Es una labor que conlleva una enorme responsabilidad y, a menudo, un gran sacrificio personal. Por eso, nuestra misión es apoyar y ayudar a otros agricultores a manejar estos desafíos, proporcionando un espacio para compartir experiencias, aprender juntos y recordar que no estamos solos».
«El estrés del productor es real, y es hora de que hablemos de ello. Juntos, podemos superar cualquier obstáculo», cierra el posteo.
