Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), versus hace un mes en soja las pérdidas económicas subieron un 30%; crítica situación para productores de campo propio y alquilado.
Las pérdidas económicas para los productores en la zona agrícola núcleo, la principal del país, se agravaron con la profundización de la sequía en el último tiempo, según un informe que dio a conocer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La región núcleo comprende el sudeste de Córdoba, el sur de Santa Fe y el norte bonaerense.
De acuerdo a la entidad, en medio de la sequía y el último golpe de calor, el rinde de la soja de primera siembra [octubre] cayó de 20 a 15 quintales (qq/ha) por hectárea y el maíz tardío [diciembre], de 48 a 27 quintales por hectárea. «La foto actual de márgenes vs la de un mes atrás muestra que las pérdidas treparon un 30% en soja de 1ra y un 50% en maíz tardío», apuntó la BCR.
«En campo alquilado, hace un mes atrás, con 20 qq/ha que se esperaban como promedio en la región núcleo la foto de márgenes indicaba una pérdida de 635 US$/ha. Tras los efectos de la última ola de calor, la supersequía y un recorte de 5 qq/ha, la foto actual de márgenes refleja una pérdida de 823 US$/ha. Un 30% más de rentabilidad negativa. En campo propio, la misma comparación muestra que se pasó de un ingreso de 104 US$/ha a asumir una pérdida de 88 US$/ha», señaló.
La Bolsa rosarina no descarta que los quebrantos sean mayores debido a los bajos rindes que se vienen registrando. «Lamentablemente, estas pérdidas pueden seguir subiendo: la tendencia de los resultados de cosecha de soja muestran que los resultados serían inferiores. Y aparte de los resultados físicos otro factor de peso en los descuentos es la gran presencia de grano verde en los lotes cosechados», remarcó.
Maíz
Así como se agravaron las pérdidas económicas en la soja, también está ocurriendo lo mismo para el caso del maíz. La BCR explicó: «En maíz tardío, el calor descontó 17 qq/ha y las pérdidas trepan al 50% en campo alquilado. El mismo análisis de comparar los márgenes del 8 de abril con los de hoy, 5 de abril, actualizan las pérdidas de 681 US$/ha a 1007 US$/ha, respectivamente».
Lo que viene del clima
En este contexto, hay una esperanza de que, al menos para la próxima campaña, sigan recomponiéndose las lluvias. «Tendremos un otoño y un invierno con lluvias que se acercarán a los valores estadísticamente normales», apuntó José Luis Aiello, Doctor en Ciencias Atmosféricas citado por la BCR. Según el reporte de la entidad, el consultor Alfredo Elorriaga acotó: «Esa normalidad posibilitará un tránsito más holgado hacia una primavera en la cual las probabilidades de ocurrencia de un Niño ascienden a un 65%. La anomalía de la temperatura del Pacífico Ecuatorial Central (ONI) de marzo fue de -0,4°C y las proyecciones para lo que resta del año muestran una tendencia positiva. Es decir, transitaremos el otoño y el invierno en neutralidad».
Agregó: «Los datos actuales indican que el posible Niño será moderado. La proyección de la anomalía para el mes de octubre es de 0,99°C. Para tener un año Niño intenso, tendríamos que tener en octubre un valor de cercano a 2°C».
