Finalmente, durante el último fin de semana, las tan ansiadas lluvias llegaron en general a las distintas zonas agrícolas, lo que representó un “destello de esperanza” para los productores.
En las últimas 72 horas hubo acumulados de 20 a 80 milímetros para la región núcleo. Según los especialistas, este evento permitirá comenzar la siembra de soja, recargar el perfil del suelo y beneficiar a los lotes de maíz temprano. También mejorarán la condición del trigo, deteniendo la caída del rendimiento en un 60% del cultivo, que ingresa en un periodo crítico. A pesar de esta señal alentadora, harán falta más lluvias para paliar el persistente déficit hídrico.
“La noticia más relevante es que finalmente llegó el agua a la región núcleo. Esto marca un punto de inflexión en la situación, ofreciendo un rayo de esperanza para los productores de la región”, informó este martes la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
La entidad destacó que estos registros representan un alivio muy esperado, especialmente considerando que hasta el viernes pasado el 90% de la zona, que abarca el norte de Buenos Aires, el sudeste de Córdoba y el sur de Santa Fe, se encontraba bajo condiciones de sequía y escasez de agua.
Marina Barletta, analista de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, afirmó: “Estas lluvias van a servir para comenzar con la siembra de soja y permiten la recarga del perfil del suelo y tener un buen arranque del cultivo”. Además, destacó que representan un alivio para los campos de maíz temprano ya sembrados, dado que muchos de ellos fueron implantados con niveles de humedad muy justos y sufrieron daños por las heladas.
De igual manera, permitirán la siembra de nuevos lotes con este cereal. En tanto, en trigo detendrían la caída del rendimiento ya que el 60% del cereal está en llenado de granos. “Hasta el momento tenemos un 65% de los lotes en condiciones regulares a malas”, dijo.
La semana pasada, la entidad redujo su estimación de siembra de maíz en la región núcleo en 200.000 hectáreas, a 1,38 millones de hectáreas. Sobre el trigo informó que 650.000 hectáreas se encontraban en condiciones regulares a malas.
Por su parte, Cecilia Conde, jefa de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, indicó que las precipitaciones fueron “bastante generalizadas en toda la zona productiva”.
El sábado último, detalló, fueron bien generalizadas en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, el sur de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Mientras que el domingo se concentraron en el norte de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y, en menor medida, en Santiago del Estero.
“Desde el punto de vista productivo, estas lluvias representan una mejora de las condiciones para el trigo, muy afectadas por la falta de humedad. Incluso, en nuestro informe anterior, habíamos registrado un aumento del 5% en la condición de trigo de regular a mala”, dijo y agregó: “Por lo tanto, estas lluvias fueron muy importantes para frenar este deterioro, especialmente en esta etapa en la que comienza la mayor demanda de humedad en el ciclo del cultivo”, agregó. También indicó que mejora la humedad superficial, fundamental para los planteos de la campaña de granos gruesos en marcha.
Como los perfiles del suelo venían notablemente desprovistos de humedad, es importante que siga lloviendo, principalmente en zonas como el oeste de Buenos Aires y en algunas regiones de Córdoba.
En tanto, la Bolsa de Cereales de Córdoba informó que las precipitaciones fueron de valores acumulados “muy heterogéneos”. El sector sur-sureste fue el más beneficiado para acelerar la siembra.
“No van a servir para los trigos, porque prácticamente ya definieron rendimiento, son importantes para acelerar la siembra de los cultivos estivales que viene muy retrasada por la falta de humedad”, indicó.
