Los ruralistas rosarinos hicieron los números del cultivo de trigo

El equipo de economistas de la Sociedad Rural de Rosario hizo las cuentas y solicitaron al Gobierno Nacional que elimine las retenciones al trigo.

“Solicitamos, que nos saquen las retenciones, que tomen una medida de cambio, continuemos con el trigo, que generará dólares en diciembre”, explicaron los ruralistas santafesinos.

Según ellos, “el productor, a sabiendas que no hay recursos, entierra su capital de trabajo. Lo hace para generar fluidez de fondos para la próxima campaña. Argentina lo necesita, no solo para que haya pan en la mesa de los argentinos, sino para activar el trabajo, el movimiento y la generación de recursos, que originan dólares requeridos por el país, más aún ante la oportunidad de mercado que generan las inundaciones en Brasil”.

Es este contexto el que los llevó a elaborar escenarios hipotéticos, con las cuentas de los productores antes de la siembra. En ellos, se analizan los costos de implantación, labores como siembra y pulverización, e insumos como semillas, fitosanitarios y fertilizantes del trigo y doble cultivo, es decir trigo/soja de segunda, de acuerdo con un modelo productivo, para la zona centro este del país.

Según los rosarinos, los márgenes (Ingreso bruto menos costos directos) y la rentabilidad (margen sobre costos directos) agrícola consideran un costo de alquiler de una cantidad fija de soja por hectárea, ya que más de 70% de la superficie agrícola nacional se realiza en campos alquilados bajo esta modalidad.

De acuerdo a este gráfico, se establece un escenario real y un escenario hipotético de costos, márgenes y rentas en trigo y del doble cultivo trigo y soja de segunda. “En los escenarios planteados, 1 y 2, se proyecta un rendimiento de 4 toneladas de trigo por hectárea, 3 toneladas de soja de segunda, y un costo de alquiler de 16 quintales de soja por hectárea, la mitad de estos quintales pagados por trigo y la mitad por soja de segunda, a un precio de soja futura mayo 2025 al cierre del 10/05/2024”, explicaron los productores.

Según analizaron desde la Sociedad Rural de Rosario, el escenario 1 presenta costos de implantación según precios de mercado de insumos y labores actuales, una vez aplicado el descuento de impuesto país a insumos agrícolas importados. El margen y la tasa de recupero se logran a los rendimientos planteados y precio de trigo futuro diciembre 2024 y soja mayo 2025 al cierre del 10/05/2024, luego de las subas internacionales y locales del trigo.

El escenario 2 simula el impacto de la quita de retenciones sobre el trigo, reflejándose en un aumento del 12% sobre el precio futuro diciembre 2024, lo que eleva el ingreso bruto en trigo. Esto solo afecta al margen de trigo, sin modificar el de soja de segunda.

“Centrando el análisis sobre la tasa de recupero, el escenario 1, que representa el presupuesto actual que cada agricultor puede recalcular, post quita de impuesto PAÍS y post suba de precios futuros, para tomar decisiones de siembra o no siembra, ofrece 4% anual en dólares, tasa que podría volverse negativa ante un retorno a precios bajos internacionales del trigo y/o de la soja, así como frente a un recorte de rendimientos por debajo del supuesto en este escenario”, describieron los rosarinos.

Empero, para el segundo escenario, el que simula quita de retenciones, para la entidad “se logra 15% de tasa de recupero en el trigo y 17% en el doble cultivo. Si se considera que hay inversiones bursátiles de bajo riesgo, que ofrecen renta en dólares superiores a las de cualquiera de estos escenarios, 1 y 2, no es difícil deducir que no hay incentivo a tomar riesgo en producción con las condiciones actuales, y que, un cambio de reglas de juego, como lo simulado en el escenario 2, apenas pondrían a competir inversiones productivas y financieras con beneficios semejantes, que aún no son suficientes para motivar la producción por encima de inversiones financieras, pero que logra seducir a inversores con vocación productiva”.

A modo de conclusión, los ruralistas agregaron: “La quita de retenciones al trigo lograría elevar ingresos, aportando competitividad productiva, tanto a zonas donde el trigo es el principal cultivo del año, como donde el doble cultivo anual, trigo/soja de segunda compite con cultivos de verano. Sin dudas además se lograría una mayor producción por crecimiento del área sembrada y aumento de la productividad por hectárea, lo que redundaría en mayores exportaciones y mayor actividad al interior de nuestros pueblos con aumento de recaudación de impuestos provinciales y nacionales. Con esto se compensarán la caída de recursos por la eliminación de estos tributos distorsivos”.

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