Después de la restricción al financiamiento a los productores de soja dispuesto por el Banco Central (BCRA), cooperativas agrícolas alertaron que ven afectada la capacidad financiera del resto de su operatoria y perdieron la posibilidad de financiar a sus socios, que no necesariamente son productores de soja para, por ejemplo, comprar insumos.
Fuentes consultadas de cooperativas de Coninagro ejemplificaron con el caso de organizaciones inscriptas bajo ese formato que multiplican semillas de soja pero no producen con destino comercial en el mercado de exportación o a la industria.
El jueves pasado, la autoridad monetaria “fijó la tasa mínima para el financiamiento a productores que mantengan un stock de soja superior a 5% de su producción, en el equivalente a 120% de la última tasa de Política Monetaria”. De esa manera, el piso para el sector trepó de 69,5% a 83,4% anual.
Las fuentes del sector detallaron que el problema surgió porque como con dicha resolución el Banco Central elevó el costo de las líneas de crédito a los que pueden acceder los productores de soja, también se las encareció a las cooperativas que operan bajo esa modalidad porque tienen, por ejemplo, un semillero. Para poder trasladar la soja del campo a sus plantas necesitan emitir cartas de porte y para otorgárselas la AFIP requiere la inscripción como productores. Es decir, multiplican las semillas para vendérselas al productor para que siembre, pero no producen soja para comercializar en el mercado de exportación o a la industria.
“Como semilleros la AFIP nos mete dentro de la misma bolsa que el productor, entonces los bancos nos obligan a financiarnos a la tasa de referencia que puso el Banco Central. Eso impacta en que se terminó la financiación para el productor porque lo va a tener que hacer a tasas altísimas, independientemente de si es o no productor de soja porque el que lo financia es la cooperativa”, indicaron.
Explicaron que ese financiamiento se articulaba, por ejemplo, en el caso de un productor que quería comprar un insumo y pagarlo a plazo. Se lo compraba a la cooperativa con un cheque que, luego, la organización vendía al banco a una tasa de referencia. El circuito se cerraba con que ella después la trasladaba al productor. Ahora la tasa es más alta.
En concreto, a una de las cooperativas que hacía la operatoria de venta con el Banco Nación a un plazo de 270 días a una tasa nominal anual del 53,5% se la elevaron al 83,4%.
Para citar un ejemplo práctico, que no representa los valores reales del insumo, si uno de los socios de la cooperativa tiene intención de comprar fertilizante en la entidad le ofrecen $10 si lo hace al contado o $14 con un cheque a 180 días. Como ese cheque luego es llevado al banco y se cobra $4 de costo, que es lo que se traslada al productor, toda la operatoria se encarece, insistieron, por la medida del BCRA.
“Es una medida que impacta concretamente en la financiación del productor agropecuario, independientemente de si es o no productor de soja”, expresaron cooperativas que se ven afectadas por esta medida. La norma afecta por ejemplo a productores ganaderos que compraban insumos para hacer verdeos de invierno y se financiaban con la cooperativa.
Asimismo, indicaron que en los bancos con los que operan les manifestaron que otras organizaciones plantearon la misma problemática. “El productor que quería comprar tenía una opción que era dentro de todo accesible, pero se cortó a partir de la resolución del Banco Central porque nosotros le trasladamos la herramienta financiera [con el mayor costo]”, argumentaron.
